Un cometa se aproxima velozmente a la Tierra y amenaza con llevarse todo a su paso. Pero a poco de colapsar, inexplicablemente la bola de fuego reduce su velocidad y desciende sobre un enorme lago. En ese instante, una cegadora luz comienza a salir del agua y algo parece emerger… 4400 personas convulsionadas, atemorizadas y confundidas, comienzan a librarse del enorme destello de luz. Todas con una misma coincidencia: sin memoria ni recuerdos de lo que les ha sucedido, y creídas desaparecidas o fallecidas en diferentes momentos desde los últimos 60 años. Con el mismo rostro y aspecto físico de la época en que habían sido abducidas, estas personas pronto comienzan a descubrir que no sólo el tiempo parece haberse detenido para ellas desde su desaparición, sino que también ciertas habilidades sobrenaturales se han despertado dentro suyo. Sin tener en claro qué significa exactamente este suceso, el gobierno inicia una investigación en torno a las 4400 piezas de este inquietante enigma, en la búsqueda por encontrar alguna lógica a lo acontecido… ¿Fueron abducidos por seres de otro planeta? ¿Por qué regresaron ahora, y cómo puede ser que no hayan envejecido ni un solo día? ¿De qué van estas habilidades especiales? Y, tal vez, la pregunta más importante: ¿son peligrosos? Los 4400 son liberados tras meses de encierro y estudios. Cada uno intentará reconectar su vida al presente, que para algunos es un mundo desconocido. No pertenecen a ningún lugar, pero ésta es su tierra. Recuerdan su historia como si acabara de pasar, pero todos sus conocidos y familiares están muertos. Para algunos han pasado tres años, para otros 60. Como verán, una trama más que prometedora es la que da forma a Los 4400, una miniserie de ciencia-ficción con ciertos aires a X-Files, y quizás a X-Men. Intriga, suspenso y drama, que encuentran su punto de ebullición a lo largo de las tres temporadas con las que ya cuenta.

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Regreso sin gloria