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Joker [CINE]

¿Una película stand-alone del Joker? ¿De DC? No sé, ya nos has lastimado mucho, DC. Momento, ¿que la protagoniza Joaquin Phoenix? Bueno, a ver…

“Mi madre siempre me dice que sonría, que mi destino es traer risas y alegría al mundo”. Arthur Fleck, encarnado por el fantástico Joaquin Phoenix, parece tener un buen corazón, pero su vida es una tragedia de conflictos interminables: problemas mentales, un mal trabajo, una madre incapaz de cuidarse por sí sola y un mundo que parece empecinado en ponérsela cuesta arriba. Y como si fuera poco, vive en ciudad Gótica, un lugar que siempre fue bastante trash, pero que ahora está a punto de estallar.

En el film, ciudad Gótica (ambientada en los 80) es presentada como la alcantarilla de los ricos, una sociedad sumida en desigualdad y violencia, donde los que menos tienen la pasan peor (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia). Y si a una persona común esta situación podría llevarla a la locura… lo que le espera a Arthur. Bueno, en realidad, ya lo saben, pero aquí lo interesante es ver cómo llega ahí, porque, sorpresivamente, el personaje se resiste. El Guasón no es tal por elección propia, sino que es el resultado de la sociedad en la que vive y este es para nosotros el punto clave de la historia.

¡Que dura que está siendo la crítica esta vez! Joker ha sido acusada de hacer apología de la violencia, bullying, abusos, de transmitir en un mensaje de “la violencia es el camino”, y hasta de querer hacernos empatizar con un asesino con traumas mentales. Desde ya, no creemos que nada de esto sea lo que realmente la película intenta hacer. A lo sumo es el retrato de una actualidad o sociedad que, si te da asco verla en el cine, ¡no te asomes por la ventana! Y respecto a la violencia explícita… ¿Qué esperaban? ¿Habrán tocado una historieta alguna vez?

Es EL GUASÓN, uno de los villanos más violentos, viciosos y desquiciados de los comics. ¿Qué pensaban, que iba a matar a sus víctimas haciéndoles cosquillas? (cosa que no nos extrañaría que de hecho haya sucedido en los comics). Quizás se esperaban algo más alegre y ligero, teniendo en cuenta que el director es Todd Phillips, de películas como la saga de The Hangover, Due Date y Road Trip. Pero nada más alejado de eso. De hecho, no entendemos cómo el director llegó a dirigir esta película zarpada.

Hay que reconocerle a DC, como con la caja de bombones de Forrest Gump, uno nunca sabe qué le va a tocar: desde Suicide Squad, donde los villanos son bastante buenitos, a la decepcionante Justice League, a una muy buena Wonder Woman, y hasta Shazam!, que metió un golpe de timón y un cambio radical en el tono. A veces toca algo mediocre… A veces algo como esto, a nuestro entender, una película destinada a convertirse en una obra de culto.

Pero, ¿qué es exactamente? Porque, en comparación con las películas de superhéroes que venimos viendo, tanto DC como Marvel, se desvía de ese camino. Quizás esté más cerca del Batman de Nolan, pero tampoco es igual. Tienen que saber esto de antemano, para no generar falsas expectativas: tendrá un personaje de los comics, pero no es una película de acción, definitivamente no es una comedia, ni un drama oscuro y triste. No es una película oscura solo porque sí.

Creemos que el mejor término para describirla es señalarla como una película realista: hay acción, hay comedia y hay drama, pero no se trata únicamente de eso. Es una crónica enfocada en un único personaje: Arthur. Su historia, su mente, su viaje, los pequeños cambios que generan su transformación. Más que Joker, el título debería ser Arthur. Es una origin story, aunque sin estar basada en ningún comic en particular, así que olviden lo que saben respecto del personaje. Una suerte de elseworld.

Pero, ¿es esto malo? ¡Para nada! Quienes leen comics sabrán que hay muchísimas historias que no se centran sólo en los superpoderes, calzas ajustadas y moler a palos al villano de turno, sino en los personajes que hay detrás, sus conflictos y cómo los superan (o cómo se sumergen en la oscuridad), historias que nos emocionan, angustian y dejan pensando.

El interesantísimo aporte de esta versión, como ya dijimos, es un Joker que no quiere serlo. Un pobre tipo con una vida mediocre al que nadie le da la oportunidad de mostrar lo que realmente puede dar. Un tipo que se está partiendo a carcajadas todo el tiempo, pero no es feliz. Algo que ciertamente incomoda al público, porque el logro más grande de la cinta es hacerte pensar que el Guasón podría realmente existir. Su historia de vida es tan real que tranquilamente mañana podríamos leerla en los diarios (si ya no lo hemos hecho) y eso es lo que más asusta. Un villano real.

Entonces, ¿apología a la violencia? En nuestra opinión, para nada. El contexto de la trama es, sin duda, una fuerte crítica a la sociedad: el elitismo, la desigualdad, la falta de contemplación con los desfavorecidos o los enfermos, y cómo esto empuja a la gente a situaciones desesperadas y, sin duda, a la violencia.

Nos hace pensar el papel que cada uno juega. Y si bien es cierto que se genera cierta empatía con un personaje antagonista, (en ocasiones nos descubrimos deseando que se salga con la suya), también vemos el lado oscuro de las decisiones que toma, lo que hace que no necesariamente nos pongamos de su lado y justifiquemos todo lo que hace, pero sí que empaticemos por esa pobre alma en desgracia.

No es un villano de historieta infantil, aquí no hay elaboradas trampas para entretenernos ni andar por ahí golpeando gente con gigantescos mazos de goma. Aquí hay un tipo destrozado por la vida.

¿Oscar para Phoenix? Nominación, seguro. Se carga toda la película al hombro, y no le pesa. Es la principal razón para ir a verla. Un maestro en lo gestual, en lo físico, en transmitir esa locura y tormento que se esconde detrás de una risa dolorosa.

Por decirlo de otra forma, es un Joker que lucha por no reír: un desquiciado luchando por no morirse a carcajadas cuando su pecho se seca. Su protagonismo es tal que los demás personajes se funden con el fondo, pero la realidad es que no necesita soporte. Para que se den una idea, ante la inevitable comparación con Heath Ledger, consideramos que están a la par, siempre sin olvidar que toman un enfoque sumamente diferente de un mismo personaje.

La película en sí es pequeña, muy de festival: intimista, con planos contemplativos, montaje elíptico, apuestas de autor, y eso es lo que la hace brillar. El Joker trae una propuesta diferente al mundo de los superhéroes y supervillanos. Solo el tiempo dirá qué reacción despierta en el público. Es un enfoque maduro y serio, ciertamente de los pocos aciertos de DC.

Para quien sólo quiera entretenerse con acción y peleas, probablemente no sea la película indicada. Para quien guste del personaje y quiera ver una nueva encarnación desde otro punto de vista, es una historia intensa que no creemos que los decepcione. [i]

  • CALIFICACIÓN4.0
4.0

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