Cine & TV

El Ratón Pérez

Todos lo conocemos, y al menos alguna vez lo tuvimos cerca de nuestra almohada, durante la noche, haciendo su mítico trabajo: llevarse un diente de leche caído y dejar como consuelo y pago una reluciente moneda para comprar golosinas. Un roedor famoso, que ahora tiene su propia película, mezcla de animación digital 3D y cine tradicional con actores. ¡Hecha en Argentina! El Ratón Pérez se comenzó a filmar en abril de 2005 en los estudios de Patagonik Animation Group, sitos en el barrio porteño de Palermo, un lugar que hoy es el centro neurálgico de la industria audiovisual argentina. Su director y co-guionista –también director de la empresa–, Juan Pablo Buscarini, quiso llevar a la pantalla grande a este reconocido personaje infantil debido tanto a su popularidad como a las ganas de profundizar en el mito popular. Mito que creció en España para expandirse a toda Latinoamérica, donde el pequeño ratoncito es conocido con diferentes nombres: “Ratón Pérez” en Argentina, Colombia, Uruguay y Venezuela; “Ratoncito Miguel” en Cuba, “el Ratoncito de los Dientes” en Santo Domingo; “el Ratón” en México; o simplemente “Ratoncito” en Ecuador y Puerto Rico. Patagonik contó además con la colaboración de la productora española Filmax. La historia presenta a una niña, Lucía, que como todo peque un día pierde su primer diente de leche. Sus papás, Santiago y Pilar, la consuelan diciéndole que durante la noche el Ratón Pérez se llevará el diente y le dejará a cambio una hermosa moneda. Lucía se mete en la cama esperanzada. Mientras tanto, los ratones se ocupan de pasar el mensaje unos a otros hasta dar la noticia y ubicación del diente al jefe máximo, que no es otro que el mítico roedor. Pérez vive en un barco, en el puerto, junto con otros cientos de ratones que se dedican a pulir y tallar los dientitos perdidos por los niños hasta convertirlos en perlas. A continuación, las perlas son entregadas a Morientes, un viejo joyero que paga su peso en monedas de oro. Un gran negocio para Pérez, indudablemente. Pero esa noche en especial algo sale mal, y Lucía se queda esperando en vano. Como siempre, hay malos para que las cosas se pongan interesantes. En este caso son los roedores Fugaz y Pipo, que secuestran al Ratón Pérez y se adueñan del barco y de su preciosa carga dorada. Pero lo que los delincuentes ignoran es que a partir de ese momento deberán vérselas con una muy enojada Lucía y su primo Ramiro. La niña está cabreada porque se quedó sin su moneda y desobedeciendo a sus padres va al rescate del Ratón Pérez.

Escribe un comentario