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Cult of the Lamb [REVIEW]

Spoiler: candidato a juego del año

Cult of the Lamb es un videojuego que nos cuenta una historia de pura verdad, una que nos lleva a caminar la senda de los justos. Nos coloca en el rol un cordero “ultra mega cute” que, justo cuando está por ser sacrificado, es rescatado por “El Que Espera”, la deidad cuyo destino es ser rey absoluto de este mundo. Nuestro dios supremo y único gobernante legítimo. ¿Eh? Perdón, no sé qué me pasó.

El Que Espera” fue encarcelado y recluido en el inframundo por sus cuatro hermanos, pero gracias a su sagacidad sin límites, nuestro dios seleccionó a “El cordero”. Él, a través de su liderazgo nato y la guía de nuestro Señor, impondrá el culto en nuestra tierra. Por ello, cada día rezamos para acabar con nuestros enemigos, los impíos e inicuos, y así liberar a “El Que Espera” para alcanzar la gloria eterna.

Pero, ¿qué carajos estoy escribiendo? De nuevo, mil disculpas, tantas horas de juego a veces me hacen decir pavadas… olvidé que estoy escribiendo una review y no un panfleto religioso.

Resumiendo un poco, Cult of the Lamb combina el género dungeon crawler con elementos de juegos como Populous The Beginning, The Settlers, Shining Moon e incluso toma ciertos elementos Animal Crossing y Slay The Spire. Sin embargo, lo que lo hace distinto es que se siente un cóctel refinado de este tipo de juegos ¿La fórmula? Combina, de manera exitosa, sencillez con profundidad.

El incienso de los inocentes

¿De qué va Cult of the Lamb? Pues consiste en barrer cuatro mazmorras, cuyos jefes finales son dioses que encarcelaron a nuestro Dios Supremo. Para llegar a este enfrentamiento, antes es necesario transitarlas tres veces, peleando con un mini jefe cada vez. El mapeado es procedural, de manera que —en cada run— tendremos planteos diferentes.

Para llegar al final de cada recorrido tenemos que elegir nuestro camino en un mapa, donde cada etapa está representada por un icono. Estos indican que podemos esperar de cada escenario o instancia. Por citar algunos, tenemos la opción de reclutar nuevos fieles, obtener valiosos recursos o cambiar nuestras armas y maldiciones.

De esta forma, al principio de cada run se nos ofrece un arma y un poder especial (maldiciones) asignados al azar, cosa que obliga a variar el estilo de juego. Tenemos armas que hacen poco daño, pero son veloces (dagas), pasando por espadas, hachas, garras, o un lento pero letal mazo. Las maldiciones también son variadas, algunas con foco en hacer mucho daño a objetivos individuales y otras que permitan hacer control de grupo, apartando y congelando enemigos.

Por otra parte, cada run nos permite recolectar recursos necesarios para gestionar el mantenimiento y crecimiento de nuestra secta. Fuera de los dungeons, la acción pasa a segundo plano. Nuestra atención estará puesta en cómo garantizar que los niveles de Fe, hambre y enfermedad de la secta se mantengan en niveles aceptables.

Podemos construir edificios con los que nuestro Señor justo y generoso nos ha iluminado para asegurar la provisión de piedra y madera. También cocinar, incluso lugares donde orar. Cuanto más grande sea nuestro grupo, más plegarias podremos recolectar. Estas nos permiten desbloquear el árbol de construcciones, introduciendo más profundidad en el apartado de gestión, facilitando la obtención de recursos y automatizando ciertas tareas como la recolección y limpieza.

En este sentido, procurar recursos para la secta no es exclusivo de la recolección del grupo. Sumado a los cuatro biomas disponibles, el mundo de Cult of The Lamb dispone de locaciones adicionales donde visitar NPCs y completar misiones extras. Algunas serán juntar hongos alucinógenos para el culto, o restablecer la llama de un antiguo faro. Como si fuera poco, el juego cuenta con su propio minijuego de dados, donde podemos apostar oro.

Además, hay otro clásico que Cult of the Lamb no tiene vergüenza en evocar, y es la saga Populous. Tenemos la posibilidad de dar sermones donde, recolectando la energía de nuestros fieles, permiten desbloquear habilidades y modificadores que nos vuelven más poderosos. Oh, gracias, Señor, por el regalo de la fuerza.

Adicionalmente, también tenemos que dictar mandamientos, posibilitando ejecutar rituales para mantener altos los niveles de Fe o para solucionar problemas que se presenten en la evolución del culto (como una hambruna). Estos son variados y entretenidos, permiten desplegar la faceta de liderazgo que más nos identifique. Podemos organizar una danza alrededor de una fogata, enaltecer o reconocer a un seguidor; o bien ser un líder cruel que sacrifica fieles o los hace pelear a muerte. ¿Pero acaso no harían lo que sea, con tal de satisfacer los deseos de “El Que Espera”?

Por último, la estética simpaticona y que todos los personajes sean animales recuerda a Animal Crossing. Aun así, logra diferenciarse por los tintes oscuros y perversos, como se espera de una secta dispuesta a sacrificar la vida de sus fieles. A su vez, los cuatro biomas que componen las mazmorras de Cult of the Lamb tienen su estilo visual propio, lo cual le da variedad al desarrollo y progreso.

Otro elemento en común es que, a medida que progresemos, desbloqueamos planos de decoraciones, caminos y monumentos. Estos no tienen otra finalidad más que decorar el asentamiento de nuestra secta. El Que Espera es generoso y nos permite disfrutar de un lugar bello que evoca su gloria.

Para concluir, Cult of the Lamb tiene mucho potencial para expansiones y contenidos extra. Se siente sencillo y complejo a la vez. Los árboles de edificios y habilidades no son demasiado complicados, lo cual es bueno para los jugadores más casuales. Aun así, también da la posibilidad de encarar cada partida de manera diferente, mediante alternativas variadas. Podemos crear una secta que se sustente de forma local, o bien enviar a nuestros fieles a peligrosas expediciones de recolección. Somos capaces de liderar a través de la misericordia, pero también con brutalidad. Incluso es posible barrer dungeons con la habilidad de nuestras armas, o poniendo mucho más énfasis en la maestría de las maldiciones.

Cult of the Lamb es divertido ¿Acaso no es lo más importante en juego? No, lo más importante es la devoción absoluta a El Que Espera, rey soberano y absoluto de nuestro mundo. Gloria eterna a El Que Espera. Y si me disculpan, finalizo esta review para ir hasta el templo a ser sacrificado. Oh, gloria eterna al Señor. [i]


DESARROLLADO POR: Massive Monster
DISTRIBUIDO POR: Devolver Digital
GÉNERO: Dungeon Crawler
DISPONIBLE EN: PC, PS4, Xbox One, Nintendo Switch, PS5, Xbox Series X|S

QUÉ ONDA: Un dungeon crawler que no inventa mucho, pero combina a la perfección elementos de videojuegos clásicos.
LO BUENO: Es simple y divertido, tan bien ejecutado que tiene la cuota de profundidad justa para no abrumar a nadie.
LO MALO: Algunos bugs que seguramente serán resueltos en poco tiempo.

Este análisis de Cult of the Lamb se realizó a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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