Edificios al vapor
A esta altura, pocas dudas caben de que el estudio sueco Image & Form sabe lo que hace. Desde el año 2010 que viene trabajando en esta saga que, si bien se inició con Steamworld: Tower Defense, realmente cobró popularidad años después con SteamWorld Dig. Dentro del mismo universo, siempre manteniendo un diseño de arte tan cautivador y característico, ya lleva seis títulos, con dos particularidades: casi nunca repite género y siempre son buenos juegos. Hasta ahora teníamos plataformas y metroidvania, táctica de escuadrón, deck builder y defensa con torres. Con SteamWorld Build, incursionamos en el género del city builder (y algunas sorpresitas más). ¿Saldrá bien o se le acabará el vapor?
La historia de SteamWorld Build no solo no es el fuerte, sino que tampoco es interesante y es muy corta. En resumen: el planeta se está muriendo, de manera que debemos juntar recursos, armar un cohete espacial y tomarnos el palo. De hecho, la campaña puede completarse en apenas 5 o 6 horas, con lo cual está claro que aquí el fuerte es rejugarlo en modo libre.
Antes de continuar, para quienes nunca pusieron un pie en esta saga, les cuento que se trata de un universo steampunk, en el que los humanos han sido reemplazados por robots de vapor sintientes. Además de ello, la mayoría (como es este el caso) están ambientados en escenarios del “Lejano Oeste”, con constante referencia a elementos —entre ellos la música— y costumbres que refuerzan la atmósfera. Tomando todos estos componentes, la saga tiene una estética muy reconocible, donde los personajes y entornos se representan de una manera “cartoon”, humorística y poco realista.
Obra pública
SteamWorld Build no pierde un segundo en pedirnos que “agarremos la pala” y comencemos a construir. Por supuesto, comenzamos con el tutorial de rigor, el cual tiene un escalonado que nos brinda una simplicidad bienvenida. Los trabajadores, la base fundamental de nuestra sociedad robótica, comienzan a edificar las estructuras más siempre. Luego, de manera gradual se introducen los ingenieros, que agregan una capa adicional de complejidad. A medida que avanzamos, hay una mayor exigencia de planificación para evitar el colapso de la ciudad. Por supuesto, como era de esperarse, la gestión de los recursos se vuelve crucial. De esta manera, la toma de decisiones estratégicas es esencial para garantizar el crecimiento y la eficiencia de nuestra civilización.
Sin duda, este proceso de progresión y desbloqueo de mejoras es uno de los puntos más fuertes de SteamWorld Build. A medida que avanzamos, se nos presentan nuevas herramientas y posibilidades que facilitan la recolección de recursos y aumentan la eficiencia de nuestra sociedad robótica. Sin embargo, la dificultad no disminuye; más bien, se intensifica, ya que debemos equilibrar hábilmente diferentes niveles de trabajadores para mantener el funcionamiento armonioso de la ciudad.
Por otra parte, tenemos un tren con su respectiva estación, lo que representa el corazón de nuestra ciudad y agrega un elemento de comercio. La posibilidad de vender o intercambiar recursos a través de la estación de tren nos da cierta flexibilidad para adaptar excesos o faltantes de stock, según cambien también las necesidades de la ciudad. Además, en esta estructura también podemos adquirir diversas mejoras y bonificaciones para optimizar la producción y eficiencia de nuestros edificios.
En general, las mecánicas centrales son muy disfrutables, pero encontré, hacia el final del juego, algo que me resultó un poco innecesario y hasta cansador. En algún punto, deberemos mantener el equilibrio social, en especial cuando algunos de nuestros ciudadanos alcanzan la aristocracia. Cada extracto social tiene una necesidad específica de comodidades y lujos donde, en instancias más avanzadas del juego, hacer malabares con las distintas clases se vuelve laborioso y exige mucha planificación, alejándonos del “core” del juego, que no solo está mejor diseñado, sino que es muchísimo más divertido.
Viaje al centro de la tierra
En un punto, SteamWorld Build nos cae con una revelación: solo hemos visto la mitad del juego. La otra mitad es bajo tierra, donde tenemos que construir minas para obtener distintos minerales y metales. De hecho, se transforman en la principal fuente para el crecimiento y la supervivencia de la sociedad robótica en la superficie. Aquí se nos abren nuevas especializaciones de trabajadores, los que debemos gestionar y asignar de manera eficiente y cuidando de que no la palmen.
¿Accidentes laborales? Sí, claro, pero causados por criaturas hostiles —y más bien feas— que habitan las profundidades del planeta. Con lo cual, se abre una nueva capa jugable: el tower defense. De esta forma, además de preocuparnos por automatizar la recolección y traslado de los recursos, tenemos que planificar el recorrido de las minas y la instalación de mecanismos defensivos, para que nuestros trabajadores no terminen masticados en la oscuridad.
En definitiva, cuando pasamos un par de minutos y dijimos “ok, esto de la construcción está bueno”, el juego nos sirve el segundo plato, más suculento, emocionante y adictivo. Al punto de que, lo que ocurre debajo de la tierra, es lo que mantiene el juego vivo por muchísimas horas en el modo libre.
Libreee, como el Sol cuando amaneceee
El modo libre en SteamWorld Build es donde podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad. Aquí podemos explorar distintas estrategias y disfrutar de la gestión de la ciudad sin las restricciones de la narrativa. Se siente más relajado y es la elección de oro para cuando estén buscando una jugabilidad más abierta y personalizada. Además, ofrece un mapa más amplio y expansivo, lo que permite explorar y expandirse con menos limitaciones. Con todo esto, este modo se carga sobre los hombros toda la responsabilidad en el área de la rejugabilidad. Y, al menos desde mi experiencia, les puedo decir que siento que sale victorioso.
En conclusión, SteamWorld Build se erige como un juego de construcción de ciudades “light”, ya que carece de funciones u opciones complejas. Pero combina muy bien todos sus elementos, donde es clave el aspecto “tower defense”, haciendo que la falta de profundidad se disimule con variedad y buenas mecánicas. Desde el cautivador encanto del Viejo Oeste hasta los desafíos emocionantes de las minas subterráneas, el juego ofrece una experiencia única y adictiva. Tal parece que Image & Form lo hizo de nuevo… ¿Se vendrá luego uno de supervivencia y mundo abierto? [i]
DESARROLLADO POR: The Station
DISTRIBUIDO POR: Thunderful Publishing
GÉNERO: City builder. Tower defense.
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch, PS4, Xbox One.
QUÉ ONDA: Vuelve la querida saga y de nuevo cambia de forma.
LO BUENO: La estética. El tower defense. La curva de dificultad.
LO MALO: El embole del sistema de clases distrae del loop divertido. La historia.
Este análisis de SteamWorld Dig fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.
- CALIFICACIÓN80%