“VOLVÍ A SOÑARTE DE PIE bajo el árbol añoso y seco —donde teníamos nuestra casita de juegos— mirando mi retrato apoyado sobre mi lápida. No sé por qué, pero siento que eso es lo que va a pasar. El color que predominaba en mi visión era el gris con algunos destellos rojos, acá y allá. Todo era desolación y soledad.”