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Miitopia [REVIEW]

El juego de las mil caras

 

OK, OK,  los entendemos: es fácil ver un juego de Nintendo protagonizado por rostros Mii en tono cómico, subestimarlo, pensar que con jugarlo un par de horas ya es suficiente para escribir una reseña y a otra cosa. En cambio acá supimos ver más allá de lo evidente y le dedicamos sus necesarias semanas a lo que resultó ser un RPG original, extenso y complejo. ¡Les contamos la posta con lujo de detalles!

Lavado de cara

Es posible que no lo sepan, pero Miitopia fue lanzado originalmente en 2017 para la 3DS. Este juego desarrollado por Nintendo está bastante relacionado no sólo a las recordadas actividades de Mii Plaza, sino principalmente a la saga Tomodachi.

Tanto en Tomodachi Collection para DS (2009) como en Tomodachi Life para 3DS (2013), la idea era coleccionar y hacer que interactúen personajes cuyos rostros ensamblamos a través de una versión minimalista del fukuwarai, una palabra japonesa para definir la actividad lúdica en la que completamos un rostro vacío pinchando sus componentes por separado (¡como armar de vuelta a Cara de Papa!).

Sin darse cuenta, el modesto equipo que allá por 2009 se propuso desarrollar Tomodachi Collection terminó inventando el sistema de Miis que luego todas las consolas de Nintendo (de la Wii para adelante) adoptarían, como una forma de recrear nuestros rostros y colocarlo en algunos juegos.

Volviendo al fichín que nos reúne aquí, vale decir que aunque Miitopia absorbe varios de los aspectos sociales presentes en la saga Tomodachi, su foco reside en el RPG. Así es, estamos hablando de un juego de rol por turnos de corte clásico que no duda en tirarnos un sistema de clases por la cabeza.

A cara de perro

La historia de Miitopia comienza con nuestro personaje visitando un pueblo común y corriente para justo presenciar el ataque del Archimago (Dark Lord en el idioma original), un villano que roba los rostros de la gente y los usa para volver hostiles a criaturas y monstruos inocentes que andan pululando por la vida. Por suerte, aparece el Gran Sabio, un mago muy poderoso con la misión de ayudarnos a descubrir nuestro poder interior y así salvar el mundo.

Para definir nuestro estilo de combate, vamos a tener que seleccionar una clase, ya sea Guerrero, buena en daño directo; Ladrón, más concentrada en daño de área; Monje, con fuerte en la curación; Mago, que realiza daño mágico; Chef, que mezcla curación con daño, e incluso Cantante, que sirve más de soporte de equipo.

Más adelante aparecen otras clases más delirantes como Flor, Gato, Demonio, Científico, Tanque, Princesa… y dos más que son secretas así que no las vamos a spoilear, ya suficiente les dijimos.

Al avanzar en el mapa, nos vamos a encontrar con que está dividido de una manera peculiar, similar al sistema de un Mario bidimensional, en el que cada nodo nos permite ingresar a un nivel, y a medida que los resolvemos se habilitan nuevos nodos.

Cada escenario consiste básicamente en llegar de una punta a la otra, combatiendo con cualquier enemigo que se cruce en el camino, en el típico sistema de encuentros aleatorios que caracteriza al género.

Los combates en Miitopia son por turnos. Si huímos del mismo, el progreso del escenario se pierde y volvemos al mapa general. En cambio, si derrotamos a los enemigos ganamos experiencia y vamos subiendo de nivel, lo que desbloquea nuevos ataques o técnicas mágicas.

Además de ciertos ítems consumibles para aumentar los puntos de salud o los de magia, tenemos unos ítems especiales llamados Saleros con los que podemos rociar a nuestro equipo y así recuperarlos, protegerlos e incluso potenciarlos.

A medida que avancemos en la historia, nuevos personajes se van a ir sumando al grupo. Una de las particularidades es que son todos controlados por el juego mismo (menos el nuestro, claro), lo que al principio puede parecer limitante pero que rápidamente se vuelve una preocupación menos.

Al llegar al final del escenario, que puede o no incluir bifurcaciones, cofres con tesoros y emboscadas, podemos descansar en la Posada, lugar clave para el desarrollo social de nuestro grupo. Sucede que este hospedaje tiene distintas habitaciones en las cuales debemos repartir a nuestros personajes, teniendo en cuenta que sólo entran dos por habitación, y que mientras más tiempo pasan juntos estos luchadores, más aumenta su relación personal.

Es decir que, si por ejemplo, dos personajes descansan suficientes noches en el mismo cuarto su índice de amistad se va incrementando. Este modificador es crucial ya que cambia en forma radical el resultado de los combates. Dos miembros del grupo que se llevan muy bien se van a ayudar a propinar mayor daño, convidar items, protegerse entre sí, advertirse de los peligros e incluso consolarse cuando reciben golpes.

Las posadas tienen además el agregado de ciertos minijuegos, como la Ruleta de premios, o la posibilidad de jugar piedra, papel y tijera contra la CPU, lo que nos puede dar mucho dinero a cambio. Para esto debemos intercambiar Cupones de Juego, que junto con los de Planes pueden encontrarse dentro de cofres o ser obsequiados por personajes que hayamos conocido en la aventura.

Los cupones de Planes, por cierto, se canjean por paseos a los que asisten dos miembros del grupo, ya sea ir a pescar, tomarse un café, ir al cine o visitar el gimnasio, lo que a través de un pequeño sketch cómico afianza la amistad de esos dos personajes.

Mientras estemos visitando la posada, los miembros del grupo nos pueden solicitar comida o que le demos dinero para comprar cosas (casi como tener hijos).  Lo primero lo obtenemos principalmente de los enemigos derrotados, pudiendo alimentarlos hasta que se les llene la panza. Dependiendo del tipo de platillo, les aumenta algún aspecto como el ataque, la magia o la cantidad de salud. Todos tienen comidas que les encantan y otras que odian.

Al momento de manguearnos plata, un cartelito especial se les va a iluminar en la cabeza. En general, va a ser para comprar alguna pieza nueva de equipo que les va a aumentar algún valor, pero si no nos gusta como luce, podemos elegir quedarnos con las mejoras y que sigan luciendo como antes. ¡Gracias por ese detalle!

También hay ocasiones en que ciertos personajes nos piden cambiar de habitación, o inician diálogos graciosos, o se pelean… ya lo van a ir descubriendo.

Contracara

Miitopia sabe muy bien que su gracia reside en ver a estos monigotes portando el rostro de nuestros familiares, amistades, famosos e incluso personajes de ficción. Es por eso que tanto la cara y el nombre del protagonista, de nuestros compañeros de grupo y de tooodos los personajes que aparezcan en la historia son completamente personalizables, utilizando Miis creados por nosotros en el momento, preexistentes en la consola, construidos al azar e incluso obtenidos a través de amigos o del vasto Internet, ingresando un código o tomándolos de un listado de creaciones populares (probablemente la opción que más usemos).

Así es como me embarqué en mi aventura como el Cantante Morton, junto con un grupo conformado por la ladrona Sol (mi esposa), el monje Jesús y el hechicero Snoop Dogg (no pregunten).

Luego de varias horas de juego cruzando pueblos y desiertos, ayudando a alcaldes y reyes, sinceramente pensé que había visto todo lo que el juego podía ofrecer.

Hasta que de pronto, en una de las noches de descanso como cualquier otra, sucedió lo peor… ¡El Archimago nos atacó, me sacó los poderes y secuestró a todo mi grupo! Así es, Miitopia me devolvió a la tábula rasa sin reparos, sin avisarme, sin mi consentimiento. Yo que inocentemente pensaba que estaba cerca del final del camino me di cuenta que recién había alcanzado menos de un tercio.

Claro, lo que sucede es que Miitopia sabe que la diversión consiste en crear personajes nuevos, y que probablemente los primeros que hicimos los tomamos demasiado para la chacota. Es por eso que nos obliga a reconsiderar nuestro grupo de un sopetón.

Decidido a vengarme, comencé a armar mi personaje otra vez, usando alguna de las nuevas clases: En esta nueva selección para la que se me presentaron nuevas clases, me decidí por ser Científico, y me preocupé por lookearme lo más parecido a Beakman posible. Para eso, usé el menú de Peinados, que no es más que un sobrenombre para un editor extra de rostro (novedad de la versión de Switch) que nos permite hacer cambios más específicos en nuestro personaje, como cambiar el color de pelo, agregar maquillaje y otros retoques. 

Mientras ayudaba a los pobres aldeanos cuyos rostros fueron robados, me armé un nuevo equipo, bien sólido, con el Guerrero Stan Lee, la Chef Lara Croft y el Tanque Iron Man. Otra curiosidad es que podemos seleccionar un grito de guerra que los personajes a veces exclaman al término de un ataque exitoso. Por supuesto que lo configuré para que Stan Lee grite “¡Excélsior!”

Para alguien que de grande se frustra rápido con este tipo de juegos, me encontré compenetrado en elegir los mejores ataques, mantener altas las relaciones interpersonales y divirtiéndome con cada nueva animación que se me presentaba.

¿Por qué la cara larga?

El broche de oro fue la presencia de Rodrigo, el nombre con el que bauticé al caballo que se unió a nuestro grupo. Esta es la gran novedad que trae la versión de Switch ya que no era posible en la 3DS. Es similar a tener un compañero más, sólo que duerme en su establo, aunque podemos hacerle compañía para mejorar nuestra relación con él.

A medida que nuestra amistad se consolida, se desbloquean técnicas que podemos hacer en conjunto, algunas generales y otras específicas para cada clase. También podemos cabalgarlo para atravesar más rápido los escenarios, pero no podemos activar esto a voluntad, es algo que sucede de forma aleatoria.

Rodrigo y yo estábamos retozando en el establo cuando de pronto escuchamos un rayo, corremos a mirar y… ¡otra vez el Archimago secuestró a mi grupo y me dejó sin poderes! De nuevo revisé las clases y minutos después, la Flor Morton había nacido. Lo elegí por sus habilidades de subir la moral del grupo… Bueno, mentira, fue porque me hipnotizó su baile sensual.

No me quedó alternativa que armarme un nuevo grupo, esta vez integrado por la Princesa Morgan Freeman, la Demonio Mona Lisa y el Gato Shaggy. ¿Será el definitivo? ¿Me volvió a atacar el Archimago? No puedo revelarles eso, sólo puedo adelantarles que cada vez que Miitopia parece que va a terminar, se saca un as de la manga para extender su duración.

Algunos de estos giros resultan creativos y otros se vuelven molestos, en parte probablemente motivado por nuestra ansiedad de llegar al desenlace. Aunque a veces nos frustre que el juego se la pase sacudiendo nuestro statu quo, se entiende que su objetivo es que no podamos aburrirnos y/o confiarnos de un grupo malcriado en exceso, como también darnos nuevas oportunidades de usar caras graciosas, que es gran parte de su encanto.

Una vez completada la campaña principal y superado el combate final, que sus buenas horas lleva, el juego nos habilita más contenido a través de dos nuevas islas, que nos permiten desbloquear algunas novedades y que presentan un verdadero desafío si no continuamos optimizando a nuestro equipo. Ambas zonas no son nada breves, y a esto se le suma la posibilidad de hacer misiones extra, lo que nos asegura contenido para rato.

¿Nos vieron la cara?

En su versión original de 3DS, Miitopia utilizaba tanto el sistema de creación de Miis de la consola portátil como su doble pantalla para muchas de sus mecánicas. Es por eso que Grezzo, el estudio al que se le encomendó la versión de Nintendo Switch, tuvo que hacer un trabajo arduo para traerlo a una plataforma tan distinta, reorganizando varios elementos de su interfaz. ¡Pero lo logró! El fichín se juega como si hubiese sido diseñado desde el minuto cero para esta consola.

Es entendible que hayan querido darle nueva vida a Miitopia, ya que sería un crimen que un RPG tan completo y original como este no llegue a las manos de todos los que tengan una Nintendo Switch. Mi advertencia final va tanto para los fans del género como para quienes sólo quieren jugar por las caras graciosas: hay más en este juego de lo superficial, de lo que se ve a simple vista, están ante un juego que en cierto punto les va a exigir algo de estrategia y dedicación. Ante un juego que sabe tomarse tanto en broma, como en serio, y logra salir exitoso en ambas. [i]


DESARROLLADO POR: Nintendo (original), Grezzo (port a Switch)
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: RPG, simulador social
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: En la superficie, Miitopia es la aventura perfecta para pegarle espadazos a monstruos con personajes que portan la cara de amistades y famosos. ¡Es fácil quedarse con eso si no lo jugamos lo suficiente! Pero en el fondo, se esconde un RPG clásico de mecánicas profundas perfectamente adaptado a la Nintendo Switch.
LO BUENO: Aspecto visual y sonoro para destacar, pulido sistema de interrelaciones que potencia las mecánicas de juego, buen sentido del humor, mucho contenido y buena rejugabilidad, puede volverse desafiante si lo buscamos, la posibilidad de crear Miis detallados, variedad de Miis realizados por la comunidad para utilizar, hay un botón para acelerar absolutamente todo el juego a doble velocidad, ¡El caballo!
LO MALO: Puede extenderse demasiado en algunas secciones de la campaña, puede incomodar el no tener control sobre algunos aspectos, puede molestar el tener que rearmar el grupo demasiadas veces, mucha repetición de personajes en la selección de Miis populares y falta un buscador, el sistema de personalidades está algo desaprovechado, que los personajes se enfermen de forma aleatoria puede ser inoportuno y bastante molesto.

Este análisis de Miitopia fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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