La casa del lago

Sintiendo que es tiempo de cambiar, la Dra. Kate Forster (Sandra Bullock) abandona su casita frente al lago en la tranquila ciudad de Illinois, para trabajar en el hospital de Chicago. Antes de abandonar esa preciosa casa que estuvo rentando por varios meses, deja una nota en el buzón para el próximo inquilino. En esa mañana de invierno de 2006, ella menciona la inexplicable aparición de unas pisadas de perro hechas con pintura frente a la puerta, cuando ella se mudaba. Cuando el próximo ocupante llega, encuentra un panorama muy distinto. La casa está en pésimas condiciones y sucia. Alex Wyler (Keanu Reeves) es un talentoso y frustrado arquitecto que trabaja en una construcción cercana. Y no hay signos de las pisadas mencionadas por Kate. La vida de Alex sigue adelante en aquella casa, que tenía un significado muy especial para él. Había sido construída por su padre (Christopher Plummer), un gran arquitecto que había sacrificado la familia por su profesión, como tantos otros. Alex empieza a restaurar la casa y descubre en eso una sensación de tranquilidad. Olvida la nota de Kate hasta que un día, mientras pintaba la casa, ve a un perro correr sobre la pintura fresca y luego dirigirse hasta la entrada, al lugar exacto donde Kate dijo que estarían. Entonces Alex contesta la nota de Kate diciendo que nadie ocupó la casa antes que él y preguntando cómo supo acerca del perro. Ella, que sólo había abandonado la casa hacía una semana, piensa que todo era un chiste. Ella le pregunta, solo para saber… que año es. Él contesta que es 14 de abril de 2004, y ella responde que no puede ser, que es 14 de abril de 2006. Pronto, comienzan a escribirse a través de ese buzón y del tiempo, descubriendo que hay un lazo entre los dos. La casa del lago fue dirigida por el argentino Alejandro Agresti, quien nos deleitara con Valentín, Un mundo menos peor, Buenos Aires Viceversa y Una noche con Sabrina Love. Agresti prueba que no es imposible aterrizar en Hollywood. Para bien o para mal, claro. Sabremos si Alejandro queda bien parado a partir de este jueves en las salas amigas. El argumento parece ser trillado pero efectivo. Lleven las carilinas.