Dios salve a la reina
Cuando la fórmula de un juego funciona excelente en línea y, encima, jugando de manera local la rompe como party game, estamos en el mejor de los mundos. Killer Queen Black tiene todo lo necesario para entretenernos decenas de horas, desearles cosas horribles a nuestros afectos más cercanos y, en el proceso, reírnos hasta ensuciarnos la ropa interior (medias incluidas).
Érase una vez hace muchos, muchos años… los salones de fichines poblaban la tierra y se multiplicaban como si fueran conejos. Tuvieron su época dorada hasta la llegada del “Ciber con olor a culo”, depredador implacable que los dejó al borde de la extinción.
Quizás sea por ello que muchos nos perdimos un gran juego, allá por 2013, exclusivo de los salones fichineriles. Algo que parecía un plataformero para diez jugadores, cinco vs cinco. Su nombre era Killer Queen y, estaba tan lleno de picor, que algunas partidas terminaban con trifulcas, heridas de gravedad e intervención policial. Los desubicados de siempre que arruinan la fiesta.
Seis años después, en el apogeo del “paladar retro”, alguien dijo “¿y por qué no?”. Y es así como tenemos esta nueva versión, ahora con doble apellido y más refinada que nunca.
Killer queen black, Qu’est-ce que c’est
De movida, nos encontramos con unas mecánicas tan simples que no podemos evitar sospechar estar ante un caso de “juego pedorro”. Incluso el tutorial jugable, que está divido en unos pocos segmentos, resulta exagerado. Claro que tanta preocupación por nuestra compresión es bienvenida, lo que abunda no daña. A no ser que sean cálculos renales, claro.
Si bien su apariencia es simplista, no se dejen engañar. Con su sencillez, sus gráficos pixel art y su inocente aspecto plataformero, Killer Queen Black es una máquina de convertir gente de buena fe en psicóticos traicioneros. Sus mecánicas piden ser profundizadas, combinadas y perfeccionadas, adoptando así una inmensa gama de estrategias, engaños y “malas artes”.
Aunque su versión original proponía equipos de cinco jugadores, aquí se reducen a cuatro, repartiéndose el rol de una reina y tres obreros. Los mapas tienen un diseño de vista lateral sin desplazamiento, de manera que ambos grupos juegan en la misma pantalla y la acción se desarrolla con claridad y sin enquilombarnos.
Suponiendo que no lleguemos a juntar ocho jugadores, unos bots bastante competentes entran a la cancha. Obvio, tampoco son capaces de hacerles un café con leche, pero mientras que ambos equipos tengan una cantidad balanceada de IA, la cosa irá bien.
¿En que plataforma jugar el plataformas?
Algo para remarcar antes de que elijan la plataforma donde jugar. En la actualidad, Killer Queen Black está disponible en PC y en Nintendo Switch (eventualmente, también en Xbox One). Si bien ambas versiones son casi idénticas, en principio resulta más atractivo llevar la fiesta a todos lados en la portátil de Nintendo. Pero — y este es un “pero” tan grande que en EEUU cobrarían entrada para verlo— tengan en cuenta que en PC pueden jugar ocho de manera local sin problemas. En cambio, en Nintendo Switch, necesitaremos dos consolas para conseguir lo mismo.
Por último, una gran noticia: el juego online será cruzado entre plataformas. Considerando Killer Queen Black se lanzará en tres sistemas, en principio nos garantiza abundancia de partidas y ¡larga vida a la reina!
She’s a Killer Queen Black, gunpowder, gelatine
Habíamos dicho que cada equipo se compone de una reina, que cumple una función bien enfocada al combate. Luego, los tres obreros poseen un grado de flexibilidad en su función, eje por donde pasa la estrategia y hasta el arte de engañar al rival.
Existen tres formas de humillar y frotarles caca en la cara vencer a nuestros contrincantes. Una de ellas es por la vía económica, donde los obreros recolectan bayas y las llevan a su colmena, hasta completar doce unidades. Por otra parte, podemos acceder a la victoria por la vía militar, acabando con la mayor debilidad de la poderosa y ágil reina: sus tres limitadas vidas. Por último, quizás la que suene más ridícula, la “victoria por caracol”. Esto no es otra cosa más que, con un obrero, montar un caracol que se encuentra en la parte inferior del mapa y, lentamente, llegar a nuestra línea de meta.
¿Qué hacemos, entonces? ¿Simulamos ir por la victoria económica, mientras nos hacemos los giles y nos llevamos el caracol para nuestro rancho? ¿Transformamos a todos nuestros obreros en guerreros, yendo a full por una victoria militar pero perdiendo la posibilidad de una victoria económica?
No hay una sola respuesta o estrategia ganadora. Las partidas se convierten en frenéticos enfrentamientos, donde cambiar a tiempo, adaptarse o generar — y evitar caer en— engaños son las claves del éxito.
Conclusión
Con un arte simple pero efectivo, un acompañamiento musical que nos pone a 180 pulsasiones y controles simples —pero responsivos y efectivos— Killer Queen Black ha pasado a ser uno de los juegos más divertidos que hemos probado en 2019. ¿La reina de los party games de este año? [i]
DESARROLLADO POR: Liquidbit
DISTRIBUIDO POR: Liquidbit
GÉNERO: Acción y plataformas, Estrategia
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch, Windows (próximamente Xbox One)
QUÉ ONDA: Una mezcla casi perfecta entre acción plataformera y estrategia.
LO BUENO: Fácil de entender y controlar, pero con una profundidad zarpada. Las partidas son rápidas y salvajes, pero la estrategia es central y dinámica. Extremadamente divertido, en especial de manera local.
LO MALO: En Switch necesitamos dos consolas para poder jugar “full humanos”. Jugar solo es más aburrido que chupar un clavo.
Este análisis de Killer Queen Black fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Secretario de Redacción de [IRROMPIBLES] y fundador de la Iglesia Savathûnista. ¿Tienen dos minutos para que les hable de Savathûn, que es el Camino y la Salvación? Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
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