Un regreso bien centrado
A finales de los 90′, los pokémones eran sinónimo de coleccionismo y combate. Por eso, la idea de un juego en el que simplemente le sacamos fotos a estos bichos en su hábitat era tan curiosa como descabellada. Sin embargo, en 1999 debutó Pokemon Snap en la Nintendo 64, arrasó con todo, y desde entonces los fans piden una secuela que le haga justicia. ¿Está New Pokemon Snap a la altura? Vamos a revelarlo. Jeje, “revelarlo”, como al rollo de fot… ok, perdón.
La historia, en realidad, es un poco más complicada. En el ’98 los japoneses ya estaban jugando Pokemon Stadium y Hey You, Pikachu!, fichines por los que otros lugares del mundo tuvieron que esperar al año siguiente o más. Es por eso que en lares no nipones nadie había visto pokémones tridimensionales hasta que Pokémon Snap llegó.
Flashes del pasado
Lejos de confundirse por la consigna, el público amó el poder realizar safaris virtuales y fotografiar a los monstruos de bolsillo, con nada más y nada menos que el Profesor Oak evaluando nuestros retratos.
Lo más curioso de todo es que en realidad, el juego ni siquiera se trataba de Pokémon al comienzo, sino que empezó siendo una adaptación de Jack y las Habichuelas Mágicas.
Pero nos vamos por las ramas. La cuestión es que desde que el juego salió, hubo muchos pedidos de los fans por una continuación, sobre todo teniendo en cuenta que el número de pokémones se sextuplicó en todo este tiempo.
Como Hal Laboratory está muy, eh… ¿ocupado?, esta vez la batuta pasó a Bandai Namco, quienes demostraron su capacidad tanto en la más reciente entrega de la saga Super Smash Bros como también en el desarrollo de Pokkén Tournament.
¡Foto súper efectiva!
La campaña de New Pokemon Snap emula el esquema del juego anterior: asumimos el rol de un fotógrafo novato al que un profesor envía a distintas regiones con la intención de retratar pokémones, y de paso, investigar un misterio. Esta vez, se trata del profesor Espejo (Mirror en inglés) que, intrigado por los secretos de la región Lensis (Lental en inglés), nos manda a fotografiar las criaturas mientras investigamos el secreto del fenómeno Lumini (Illumina en inglés). Estos paréntesis los ponemos para que aprecien los innecesarios cambios en los términos que hubo en la localización al español.
Persiguiendo nuestro objetivo, recorremos bosques, playas, volcanes y hasta el fondo del mar. Para eso vamos a necesitar un vehículo, el Neo-One, una versión mejorada del Zero-One que usamos en el juego anterior.
La jugabilidad se reduce principalmente a eso: a bordo de nuestro vehículo, en un paseo sobre rieles, debemos fotografiar a los pokémones tratando de obtener las fotos más originales, completas y centradas posibles. Suena más fácil de lo que es, ya que las criaturas están siguiendo su rutina y rara vez se detienen a posar, por lo que tenemos que permanecer atentos al momento justo para tomar la captura.
Mientras más veces hagamos el paseo, más se acostumbran los pokémones a nuestra presencia (en realidad depende de los puntos y el nivel que tengamos, pero no necesitan saberlo ahora). Esto provoca varios cambios en sus patrones, permitiendo nuevas oportunidades fotográficas. Para llamar su atención, contamos con manzanas que podemos arrojarles (no se preocupen, la descripción dice que son tan blanditas que no duelen), junto con orbes de luz y música.
Cada criatura reacciona distinto a cada elemento: algunas bailan al compás de la melodía, otras se espantan, algunas comen la manzana y sonríen, otras se enojan, otras huyen; algunas reaccionan a las esferas lumínicas mejor que otras, aunque siempre son útiles para iluminar por la noche.
Contamos también con un scanner que analiza el entorno y nos marca los pokémones en pantalla, además de marcar las pistas para hallar a los más escondidos. También podemos encontrar ruinas antiguas e incluso criaturas afectadas por el fenómeno Lumini. Es clave fotografiar ambas cosas para desbloquear paseos nuevos.
Dame un zoom
Una vez terminado el recorrido, o si se nos acabó el rollo de fotos (los más grandes entenderán), pasamos al momento de la evaluación, a cargo del profesor. Pero, ¡atención! porque de todos los retratos que tomemos de un pokémon, sólo uno es el que vamos a poder presentar. Así que a elegir bien, porque las demás se descartan.
El profesor va a juzgar nuestras fotos en base a criterios como pose, tamaño, dirección, ubicación, fondo y si hay pokémones extra en las mismas. Difícil cumplir con todo a la vez, pero lo más importante es que la centremos bien, se vea correctamente y enganchemos al bicho mirándonos.
Además de la puntuación numérica, tenemos una cantidad de estrellas relacionada a la situación en la que encontremos a ese pokémon (mientras más rara, más estrellas). En el Fotodex vamos a ir recolectando los retratos de cada criatura y se nos permite conservar uno de cada categoría, desde una a cuatro estrellas. Las estrellas pueden ser de bronce, plata oro o diamante, dependiendo de los puntos obtenidos por esa foto. Está todo conectado. Como sólo podemos presentar una, suele surgir el dilema de si conservamos la foto de una estrella porque no tenemos ninguna o si presentamos esa de tres estrellas que nos quedó re bien. Un conflicto que suma algo de estrategia.
Una vez que las fotos son evaluadas por el profesor, podemos reeditarlas antes de conservarlas en nuestro álbum. Desde reposicionarlas y reenfocarlas hasta ajustar el brillo y la distancia focal. Luego desde nuestro álbum también podemos sumarle marcos, filtros y stickers. Es extraño que sean dos editores distintos a los que se accede por separado, pero no es un gran impedimento para usarlos.
Finalmente, podemos compartir nuestras fotos online para que otras personas las disfruten y, si les gustan, puedan dejarle una medalla, el equivalente a los Me Gusta de otras redes.
Subiendo la exposición
No va a faltar quien haya salido a un par de recorridos, sacado unas cuantas fotos y se haya sentido listo para escribir una reseña. Nosotros en cambio decidimos ir más allá de los créditos y descubrir qué hay para hacer una vez que la historia termina (que por cierto, es sencilla pero bien construida y da lugar a unas cinemáticas muy vistosas).
Nos permitimos decirles que la experiencia va evolucionando de un simple paseo fotográfico a involucrarnos en el día a día de estas criaturas. La posibilidad de subir de nivel con los puntos obtenidos, completar el Fotodex, compartir en redes, escalar tablas de posiciones, desbloquear lugares secretos y avistar pokémones legendarios (ups, se nos escapó) suman a una progresión bien elaborada que sin duda nos va a tener regresando.
Las mejoras que se van implementado al vehículo y a nuestra cámara, sumado a los caminos alternativos que se habilitan en los paseos dan lugar a la rejugabilidad.
Reflexionando
New Pokémon Snap es un juego que respeta su antecesor en cada aspecto, sumando varios nuevos elementos para brindar una experiencia renovada y única. Si el primero se sentía como una pequeña actividad lúdica, el equivalente a tomarse un finde largo para descansar, su secuela está más cerca de tomarse una semanita de aventura, con una propuesta completa desde lo narrativo hasta lo estético.
Si les gusta el mundo Pokémon y están abiertos a disfrutarlo de maneras no violentas (si no contamos el arrojarles manzanas por la cabeza), New Pokémon Snap es una experiencia obligatoria incluso si nunca jugaron el primero.
Y si no saben nada de Pokémon y simplemente les gusta la idea de ir de excursión y sacar fotos de animales fantásticos, puede que encuentren aquí la puerta de entrada al mundo de estas criaturas. En los tiempos que corren, cualquier excusa es buena para salir a dar un paseo. [i]
DESARROLLADO POR: Bandai Namco Studios
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: FPS sobre rieles, Puzzles, eh… ¿Fotografía?
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch
QUÉ ONDA: En tiempos complejos, otra vez Nintendo nos presta una ventana a un mundo mágico para que paseemos un rato y saquemos fotitos, esta vez de la mano de una franquicia como Pokémon, en un regreso muy esperado y de excelente calidad.
LO BUENO: Excelente apartado gráfico y sonoro, duración justa de recorridos, muy bien logrado que el mundo se sienta vivo, la posibilidad de editar compartir nuestras fotos, gran cantidad de pokémones para fotografiar (y eso que no hay ni un cuarto de todos los que existen), desafíos extra que ayudan a la rejugabilidad, el detalle de que podamos interactuar con el protagonista del juego anterior.
LO MALO: A la mitad de la campaña se pone algo repetitivo (después se pasa), algunas valoraciones se sienten algo aleatorias, es fácil desorientarse al girar en un vehículo sobre rieles, las fotografías pueden verse un poco lavadas (luciría mejor en una consola más potente).
Este análisis fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.
Santiago Figueroa, alias Morton, fue durante unos años el Jefe de Redacción de [IRROMPIBLES]. Ahora es padre y vive en otro continente. Es fan de Sonic. También sabe hacer juegos y pelis. Pueden ver sus locuras en YouTube, o por Twitch, o vigilarlo por Twitter como @aliasmorton.
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