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Biomutant [REVIEW]

Peluches asesinos

Por algún extraño motivo, las movidas radioactivas del apocalipsis hacen mutar a los animales en Muppets. Al mismo tiempo, les produce una marcada tendencia a aprender artes marciales y adoptar actitudes humanas (tales como querer dominar al más débil o masacrarlo sólo porque no piensa igual). En Biomutant no hay seres humanos, pero está visto que los “adorables” peluches mutantes nos reemplazan bastante bien, en lo bueno y en lo malo.

¡Cuánta manija / hype nos vienen metiendo con este juego desde la Gamescom 2017! Y no es para menos, porque sus desarrolladores tienen un buen historial cuando se trata de aventuras de mundo abierto. Experiment 101 está formado por muchos ex empleados de Avalanche Studios, responsable de títulos como Rage 2 y Mad Max. Que Biomutant pareciera ir por una ambientación similar, con mucho condimento de rpg de acción, era una muy buena señal.

Para más, durante los últimos meses hemos visto varios clips de jugabilidad donde nos mostraban hermosos parajes naturales, increíbles diseños de personajes, peleas frenéticas y un nivel de personalización demencial. Todo, desarrollado por un pequeño grupo de personas. Casi demasiado lindo para ser cierto

¡Llame ya!

Quizás, si la campaña publicitaria hubiera sido un poco más honesta, el impacto de expectativa versus realidad hubiera sido menor. Y créanme que, luego de generar el personaje, las decepciones comienzan a acumularse una tras otra.

A pesar de ello, la primera impresión es muy buena, con un excelente editor de personaje. Este modifica el aspecto final según los atributos base que elijamos. Un toque muy original con resultados únicos, que se terminan de redondear al elegir la clase. Estas últimas se dividen de formas clásicas: combate con armas, sin armas, a distancia y con magia. 

Más allá de que elegimos la clase de personaje en la fase de creación, durante el juego tenemos la versatilidad adecuada para no quedar atados a ninguna opción. Hasta aquí, todo nos augura una gran experiencia.

Nos vendieron mapache por liebre

De a poco, la buena vibra inicial de Biomutant comienza a desmoronarse. El aspecto gráfico no se ve tan pulido como en los videos, tanto texturas como animaciones y modelos. Y no sólo pasa por lucir un poco por debajo de lo esperable, sino que lisa y llanamente se siente como un juego viejo y algo torpe.

Pero claro, nos decimos a nosotros mismos: “es un equipo pequeño, ¿qué esperabas?”. Entonces, intentamos ser comprensivos y salimos a explorar el mundo, tratando de encontrar algo que opaque el olor a humedad

Así, nos encontramos con un enorme mapa, tal cual se prometió. Pero, poco a poco, nos damos cuenta de que es tan bello como inerte o carente de interacción. Muchas zonas, en especial los asentamientos, son derivativos, al punto que a veces nos parece que equivocamos el camino y volvimos al punto de salida.

Al mismo tiempo, tanto las misiones primarias como las secundarias son en extremo repetitivas y con poco sabor. Los puzzles, tan zonzos que nos hacen preguntar si no era mejor no haberlos puesto y ya.

Flatulence of the wild

En resumen, el juego nos pide luchar contra cuatro jefes para salvar (o condenar) el Árbol de la vida. Estas peleas principales son una de las pocas cosas que aportan algo distinto y que podemos ir a por ello en cualquier momento, al mejor estilo Breath of the Wild. Pero todo lo que se puede hacer mientras tanto se vuelve muy embolante.

Es cierto que, para meter un poco de variedad entre tanta monotonía está el sistema de crafteo de armaduras y armas. Es realmente estupendo, con decenas de variantes y efectos, pero exige un largo y tedioso grindeo, atentando contra la experimentación. Y, para rematarla, los poderes mágicos son vistosos pero en absoluto necesarios. De hecho, es probable que nos terminemos olvidando de ellos.

Poco a poco, nos damos cuenta de que Biomutant es una excelente idea, pero para un estudio más grande, con más dinero, más gente o, simplemente, que cuente con muchísimo más tiempo para invertir en el desarrollo. Porque todo se queda a medio camino, en el mejor de los casos.

Furry may cry

De todas formas, podemos rescatar el combate, muy entretenido y en la onda Devil May Cry (combina hack and slash con armas de fuego). Pero no deja de notarse cierta falta de profundidad, prolijidad y pulido. De nuevo vuelve la pregunta: ¿qué tanto podría haber mejorado con más dinero y tiempo?

Lo que sin duda no tiene forma de mejorar —y lo peor de Biomutant— es la historianarrativa, el sistema de decisiones y de karma. Comenzando por las dos primeras, podríamos perdonar que la historia fuera poco original. Pero lo que resulta realmente irritante es la narración en off, mala en inglés y pésima en español. Por suerte, puede desactivarse, cosa que recomendamos antes de que les destroce los nervios, ya ni el peor capítulo de Pocoyó resulta tan desesperante. 

Aun así —aunque el locutor de la versión en español devolviese el dinero que cobró— el guion es insalvable. Los diálogos son una especie de fumata new age sin pies ni cabeza, un amasijo diseñado para provocarnos un ACV. Al principio, supusimos que se debía a una pésima traducción. Al cambiar de idioma, nos dimos que cuenta de que ella no tiene el 100% de la responsabilidad. Es decir, la traducción es algo desganada, pero el guion está escrito con los pies ya en el idioma original.

Para que se den una idea, un PNJ puede llegar a contestarnos “haz lo que debes hacer, o no hagas nada, aunque si haces nada estarás haciendo algo” cuando la pregunta fue “¿dónde queda el baño de caballeros?”. Esto ocurre demasiado seguido como para no tentarnos a avanzar los diálogos. Cosa que, por otra parte, no supone ningún problema, porque el sistema de karma es caca. Si elegimos la opción de la izquierda, es mal karma y derecha, buen karma… siempre igual. Cosa que al final termina siendo útil, porque los diálogos son tan absurdos que la mitad de la veces no sabemos de qué cuernos nos están hablando.

¿Qué rompimos?

Está claro que la ambición por incorporar miles de sistemas y mecánicas terminó por hacer desbarrancar a Biomutant. Si hubieran concentrado los esfuerzos en lo esencial del juego, seguramente la historia sería otra. O si el juego lo hubiera desarrollado un equipo más grande, claro. Sin dudas es víctima de una campaña de marketing, que lo quiso vender como algo que está lejísimos de ser. Más allá de ello, si bien objetivamente no es un mal juego, es mediocre en casi todos los apartados.

Esperamos que una segunda parte tome todas las buenas ideas y las eleve, porque realmente son muchas, además de su genial ambientación y estética. Pero hoy por hoy, Biomutant ni de casualidad vale lo que sale en la tienda regional de Steam, con lo cual le recomendamos esperar a una muy excelente oferta para probarlo… o a un apocalipsis nuclear, claro. [i]


DESARROLLADO POR: Experiment 101
DISTRIBUIDO POR: THQ Nordic
GÉNERO: Aventura mundo abierto / Hack and slash / RPG de Acción
DISPONIBLE EN: Windows, PS4. Xbox One

QUÉ ONDA: Devil May Cry tiene un hijo con Breath of the Wild… pero le sale un Muppet. Mejor comprarse un peluche hasta que lo bajen (mucho) de precio.
LO BUENO: La ambientación y el diseño de los personajes. Muchas, variadas y buenas ideas.
LO MALO: Casi todas esas ideas están mal implementadas o les falta trabajo. El aspecto gráfico tiene olor a humedad. La historia es medio pelo, pero la narrativa es horrible.

Este análisis de Biomutant fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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