¿Te comió la narrativa el gato?
Sin duda, Wildcat Gun Machine entra por los ojos. Un bullet hell inserto en una propuesta dungeon crawler (¿o viceversa?), con una estética tan colorida como atractiva. Muchos tiros, armas y… ¿gatos? Espero que alguien pueda explicarme de qué va la cosa…
En sus primeros minutos, el juego nos deja en claro que no sólo no explicará “de que va la cosa”, sino que además le importa un corno nuestra perplejidad. Arrancamos en lo que parece una instalación militar, tiroteando enemigos demoníacos con una protagonista femenina que no sabemos cómo zorongo se llama. “¿Por qué?”, “¿para qué?” o “¿qué cuernos es esto?” son preguntas que quedan flotando, sin respuesta.
¿Aquí hay gato encerrado?
Así, sin ninguna introducción, recorremos este “dungeon” isométrico, con el objetivo de recolectar tres llaves de distintos colores, custodiadas por duros jefes intermedios. Con cada muerte, en los puntos de respawn aparecen gatos, vaya uno a saber por qué. En este juego, nada está justificado y nada tiene contexto. ¿Habrá existido alguna vez una explicación para tan pintoresco y variopinto panorama? Como sea, no está incluido. Por suerte, el ritmo vertiginoso logra apaciguar un poco nuestro desconcierto.
Por el contrario, lo que no llega a camuflar es la violenta repetición, que se vuelve algo abrumadora. Nos enfrentamos a los bosses intermedios, juntamos las tres llaves, peleamos contra el jefe de área y pasamos al siguiente nivel. Así, a repetir cuatro veces la misma lógica, alguna variante en los enemigos y leves cambios de escenario. ¿Es suficiente? Para el primer nivel, sí. Para el segundo, ya nos estamos cansando un poco. De ahí en más, si bien no llega a aburrir, el desgaste se hace evidente.
Por supuesto, el sistema de progresión ayuda un poco a disminuir esta falta de variedad. Pero sólo eso, “un poco”, porque no ostenta un gran diseño: mejorar las armas primarias (escasas y poco interesantes), aumentar la cantidad de vidas, la velocidad de movimiento y cosas por el estilo, no muy inspiradas.
En cambio, el juego acierta en la cantidad y variedad de armas secundarias, con mayor poder de fuego y munición finita, a diferencia de las primarias. Estas ascienden a 40 y, si bien no todas son exquisitas, aportan variedad a la jugabilidad.
En portátil, ¿todos los gatos son pardos?
Por otra parte, probé la versión de Nintendo Switch, que funciona bastante bien en general. Muy de vez en cuando se dan unos inexplicables tirones, pero no es algo común y no compromete la jugabilidad. Es un juego que se disfruta mucho en portable, aunque tiene algunas decisiones de diseño flojas. Por ejemplo, en ocasiones hay información en pantalla con colores que no contrastan y, en tamaño reducido de portátil, no se distinguen ni con microscopio.
En definitiva, si ya jugaron a todo lo que hay que jugar en este rubro —como, por ejemplo, Enter the Gungeon— y están desesperados por algo nuevo, pueden entrarle. Tampoco es muy caro y logra acertar en lo esencial. Eso si, no vayan con una expectativa muy alta, tampoco quiero venderles gato por liebre. [i]
DESARROLLADO POR: Chunkybox Games
DISTRIBUIDO POR: Daedalic Entertainment
GÉNERO: Bullet hell, dungeon crawler
DISPONIBLE EN: Windows, Xbox One, PS4, Nintendo Switch
QUÉ ONDA: Tiren tiros, esquiven plomo, maten todo y no pregunten nada.
LO BUENO: La estética. Jugabilidad lograda. La cantidad y variedad de armas secundarias. El diseño de algunos jefes.
LO MALO: No sólo no existe la narrativa, el juego no se molesta en dar una mínima explicación o contexto de NADA. Se vuelve repetitivo, fuerte.
Este análisis de Wildcat Gun Machine fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Secretario de Redacción de [IRROMPIBLES] y fundador de la Iglesia Savathûnista. ¿Tienen dos minutos para que les hable de Savathûn, que es el Camino y la Salvación? Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
- CALIFICACIÓN65%