Digimon para adultos, problemas para adultos
“Nos ponemos las antiparras, peinamos nuestros pelos pinchudos y otra vez nos largamos a la aventura”. Así es como arrancaría esta reseña, de no ser porque esta historia nostálgica oculta tras el telón que a veces las mejores intenciones, no nos salvan de llegar a nuestros rincones más oscuros. Ya somos grandes, la apuesta se redobla y las consecuencias de nuestras acciones ya no se solucionan con una secuencia épica de digievolución. Y así como ese camino a la madurez se traza a fuerza de prueba y error, el camino que Digimon Survive recorrió hasta nuestras pantallas lo imita y nos deja pensando que podría haberse hecho mejor.
Las relaciones con nuestros seres queridos, el famoso “poder de la amistad”, suelen ser señaladas como un cliché cuando aparece de la nada. Sin embargo, ¿qué pasa cuando sentimientos como el coraje, la amistad, el amor, el conocimiento, la sinceridad o la pureza se vuelven cosas tangibles que tenemos que nutrir para sobrevivir? Esta es la premisa que el animé Digimon viene planteando desde 1999: un grupo de niñes elegides por el destino que se embarcan en un viaje tanto peligroso como personal, en compañía de unas criaturas que son la manifestación de todos los datos que circulan dentro de nuestras computadoras.
Si bien es fácil hoy en día confundir a esta franquicia con otra cuyo concepto central es “¡Conseguilos todos!”, la hegemonía impuesta por Nintendo oculta otra verdad. Los orígenes del animé de mascotas deben su origen tanto a los primeros Pokémon como al Tamagotchi, la mascota virtual creada por Bandai en el mismo año que salieron estos juegos. Esta fue vendida para niñas, claramente, porque perpetuar roles de género es una moda que, a diferencia de cierta reina, se rehúsa a morir.
Para no hacer sentir a los niños menos hombres, un año más tarde se rediseñó el juguete y se lo llamó Digimon Pendulum. Acá se incorporó la función de entrenar a tu digimon y hacerlo pelear con otro si la conectas con un amigo. Acompañando este juguete, vino un manga y más adelante el animé que conocemos.
Fue este el que estableció los cánones de la franquicia. Y se abandonaron sus raíces en favor de dar protagonismo a los lazos entre los personajes y sus compañeros digitales.
Sobreviviendo el regreso a casa
Ya dimos cátedra sobre sus juguetes, sus mangas y sus animés, pero, ¿cómo les fué en el área de fichines? Naturalmente esta digi-franquicia no iba a ser ajena al mundo videojueguil, pero a contrario a su competidor más directo, las nuevas ideas abundaron donde el éxito no. Desde sus inicios con Digimon World en PS1 se pasó por todas las formas posibles de imaginar un RPG.
Fue en 2018, con motivo del 20 aniversario de la marca, que Bandai Namco anunció finalmente Digimon Survive. Junto con la noticia se prometió festejar tanto fans viejos como actuales, incorporando la narrativa con la que la habían pegado recientemente, pero en un universo más contenido que no deje de lado a quienes sólo conocieron los animés cuando eran un pequeños micos.
Sin embargo, por más antivirus que haya, el mundo digital no estuvo protegido de los virus en la vida real. El juego sufrió varios retrasos por el COVID, sin mencionar que los equipos de marketing del publisher seguramente estaban a todo gas con la inminente salida de Elden Ring, lo que lo dejó con pocos recursos para implementar las ideas que querían. No sólo eso, a pocos meses de su lanzamiento, cambió de estudio de desarrollo y manos nuevas tuvieron que concluir en meses un trabajo de años.
¿A la deriva? ¡Comienza la aventura!
Finalmente el juego se lanzó. Como se prometía, es un RPG táctico por turnos en las venas de Final Fantasy Tactics o Fire Emblem. Si bien con esta premisa muchos fans estarían contentos, los desarrolladores apostaron por poner mecánicas de novela visual. Así es como nos encontramos con un algo que intercala secuencias largas de diálogos, con combates en una grilla donde comandamos una pequeña tropa de digimon. Ahora bien, ¿de dónde viene la parte “Survive”? Mucha especulación hubo de si por el título iba a incluir mecánicas de supervivencia, pero la verdad resultó mucho más tenebrosa.
Los jugadores encarnamos a Takuma, protagonista que continúa la vigésima tradición de usar antiparras en la cabeza. Para completar la nostalgia nuestro compañero es Agumon, quien encabeza la franquicia con toda la magnificencia áurea de ser un dinosaurio amarillo que escupe fuego. La trama empieza normal: un grupo de adolescentes es transportado a un mundo paralelo donde conocen a sus digi-compañeros. Sin embargo, las costumbres se abandonan rápido, ya que desde el tutorial el tono se torna mucho más dramático y oscuro de lo que uno esperaría.
Digimon: Prepare To Die Edition
Lo que sigue es la introducción de los chicos antes de aparecer en el mundo digital. Esta sección nos pareció tan lenta que por momentos pensamos que habíamos instalado el juego equivocado. Inclusive comparando el segmento a otras novelas visuales, el ritmo gélido de esta parte posiblemente haga una buena cantidad de jugadores huir despavoridos.
Cuando el juego pone primera, la cosa adquiere picor enseguida. El drama está bien construido, los personajes tienen defectos y traumas personales, y eso lleva a que digan y decidan cosas en consecuencia. Acá no hay niños que afronten la adversidad sin ningún problema mayor: el peligro constante y el costo de sobrevivir pesa en la psiquis de un grupo de adolescentes que no siempre van a saber cómo reaccionar a situaciones límite.
Nuestras decisiones vienen en tres categorías que ayudan a definir el rol del protagonista, pero más que nada cumplen la función de guiar la evolución de nuestro digimon. Muchas veces vamos a tener que elegir con que amigue pasar el tiempo, lo cual va a aumentar nuestra afinidad. A medida que avanzamos, vamos a poder ver cómo esto influye en el destino de nuestros compañeres, con consecuencias trágicas si no logramos estar ahí cuando más lo necesiten.
Cabe destacar que nunca se sacrifica la esencia de Digimon. Así como los sentimientos positivos y los lazos existen en este mundo, los traumas, los miedos y las obsesiones también. Nos vamos a encontrar con momentos de terror, de suspenso y de tragedia, lo cual va a hacer que valoremos mucho más cuando las cosas salgan bien.
Cuando la limosna es grande, hasta Angemon desconfía
Si nos permiten el atrevimiento, afirmamos con seguridad que si Digimon Survive fuese exclusivamente una novela visual, sería una recomendación instantánea. El arte es precioso, la banda sonora (especialmente el tema principal) está muy bien compuesta y más allá de Agumon, el uso de digimones no tan conocidos le da muchísima personalidad a la experiencia. Sin embargo, es en el combate, donde estaban más fichas puestas, donde se pone fulero todo.
A lo largo de la franquicia, el combate fue una diva en sus entregas. Cada digimon se sentía único y evolucionarlos era siempre una recompensa que valía la pena. Acá no es así: el combate se ve lindo, usando dibujos 2D calcados de las series de anime, pero los mapas y el combate quedan simples y poco inspirados. Los niveles no invitan a pensar estratégicamente y muchos son grandes y planos al cuete.
Durante las peleas es posible reclutar digimon salvajes mediante una conversación al estilo Persona 5, lo cual nos permite agregar nuestros bichos favoritos de las series. Sin embargo, el proceso para lograr esto es con combates aleatorios opcionales. Esta picardía nos hace pensar que todo esto fue algo hecho a las corridas para agregar tiempo innecesario al juego. Ya que hablamos de innecesario, también notamos las sospechosas opciones de acelerar los combates o hacer que se jueguen solos. ¿Para que nos dan esa opción si los combates son un factor importante? Recomendamos no responder esta digi-incógnita.
En fin, la digi-hipotenusa
Al momento de su lanzamiento, mucha gente se enojó con el juego sólo por tener mecánicas de novela visual, llegando al punto de hacer review bombing, lo que nos parece un recurso cobardica que no ayuda en nada. Nosotros, lejos de alimentar ese elitismo innecesario, reivindicamos el género y a quienes les guste les invitamos a darle una oportunidad a esta historia. Contrario a esto, quienes no busquen el culebrón interactivo, van a llevarse una gran decepción con el combate. El lado RPG no disimula ser un adorno para lucirse en el tráiler.
Que no los asusten los defectos: Digimon Survive recontextualiza y digievoluciona la franquicia. Y cuando sobran apuestas seguras y relanzamientos poco inspirados, ser arriesgado es una buena razón para darle una oportunidad. [i]
DESARROLLADO POR: Hyde Inc.
DISTRIBUIDO POR: Bandai Namco
GÉNERO: RPG, JRPG, Novela Visual
DISPONIBLE EN: Windows, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch
QUÉ ONDA: Una nueva entrega de Digimon que deja el RPG tradicional en favor de cruzarse con una novela visual. Si bien es una propuesta original, tiene muchos defectos que previenen que se vuelva un clásico.
LO BUENO: La historia es lenta, pero redefine todo lo que entendemos de la franquicia con una historia más oscura y llena de giros inesperados. El arte es magistral.
LO MALO: La estrategia está completamente ausente de los combates, al punto de volverse algo que el mismo juego te permite automatizar.
Este análisis fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.
Franco Massai, alias Wardigiman, es un gamer apasionado que ama mantener discusiones sobre la filosofía, política y trayectoria de los videojuegos. Le encanta encontrar gente que lo contradiga para expandir su horizontes. Es millennial. Pueden encontrarlo para debatir en el Twitter @wardigiman o verlo jugar y hablar de juegos raros en su Twitch.
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