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Pikmin 4 [REVIEW]

Lo que el pikmin tiene de florido…

¿Es tarde para hacerse fan de Pikmin, 22 años después? ¿O es que esta saga envejece como un buen vino? Los flori-aliens de colores regresan para una cuarta entrega, esta vez con la idea de sacarle todo el jugo a la Nintendo Switch, y de paso, reescribir su historia.

El propio Miyamoto se toma a pecho su frase célebre sobre los juegos demorados que eventualmente son buenos, porque le llevó diez largos años continuar esta saga.
En el 2015 confirmó en una entrevista que el juego estaba “en desarrollo y bastante avanzado”, insistiendo en sucesivas ocasiones, para luego pasar al silencio de radio (aunque algunas personas creen que hablaba de Hey! Pikmin).


Adelantemos ahora a 2022, donde en una Direct cualquiera Nintendo decidió anunciar “ah, por cierto, acá está el Pikmin 4 y sale el año que viene”. Gritos desaforados de sus (no muchos) fans. Es posible que haber comenzado el desarrollo en Wii U para luego tener que pasarlo a Nintendo Switch haya tenido que ver con la tardanza, entre otros factores de prioridad. También se habrán tomado su tiempo para aprender a usar el Unreal Engine 4, ya que este es el primer juego first-party de Nintendo desarrollado con ese motor gráfico. Esto le permite lograr unos ambientes naturales más realistas: basta con compararlo lado a lado con la anterior entrega para notar las mejoras visuales tanto en iluminación como en la definición de las texturas.

Normalmente nos gusta empezar estos artículos con un poco de información previa de la saga, pero eso ya lo hicimos el mes pasado en esta otra nota donde analizamos el lanzamiento de los dos primeros Pikmin en la Switch.

Así que vamos a los bifes. A una década del lanzamiento de Pikmin 3, y casi tres añitos de su versión Deluxe en la consola del chasquido, llega la cuarta iteración para asentar de una vez por todas la saga, en las manos tanto de fans acérrimos como de nuevos jugadores.

Y lo hace con tres grandes cambios. Pero para poder listarlos primero tenemos que hablar de la narrativa del juego:

Si hay algo difícil en esta saga es… aterrizar.

Sembrando el pánico

La historia comienza cuando los Rescue Corps reciben una señal de auxilio del Capitán Olimar. El equipo espacial se dirige al planeta PNF-404 para socorrerlo, con tanta mala suerte que estrellan la nave y quedan repartidos por toda el área. Nosotros asumimos el rol de su miembro más novato, cuyo diseño podemos configurar al principio.

Nuestro trabajo es encontrar a los reclutas perdidos, recolectar tesoros con los cuales obtener lustronio para mejorar el alcance de radio de la nave, y así dar con el paradero de Olimar.

El primer cambio es la estructura y por tanto, la duración. Normalmente nuestra misión principal en el juego es clara: sobrevivir, casi como si se jugara en línea recta.

No había otro peinado más acorde.

Pero aquí los objetivos se extienden, triplicando el tiempo de juego. Comenzamos por rescatar a los miembros de nuestro escuadrón, para luego ir hallando a otros astronautas perdidos en sus propios viajes (está claro que en este planeta es imposible aterrizar bien).  Algunos nos irán dando alguna misión secundaria, con recompensas por cumplirlas. Nuestro equipo principal, en tanto, al sumarse al campamento se ocupan de activar aspectos clave del juego como dejarnos explorar nuevas zonas, inventar artilugios para hacernos la vida más fácil, probar los distintos modos de juego, etc.

A medida que aumentamos el alcance del radar, desbloqueamos nuevas zonas que visitar, aunque siempre podemos regresar a las anteriores para completarlas al 100%. Esto significa, encontrar todos los tesoros y llevarlos a nuestra nave.

Con Mor-ton hay que marchar… ¡los tesoros a juntar!

El mejor amigo del pikmin

Claro, para eso tenemos ayudantes. Nos acompañan los pikmin, unas criaturas que a esta altura no necesitan presentación. A los pikmin les gusta recibir órdenes, por lo que podemos pitar el silbato para que se formen en grupo y luego revolearlos a objetos valiosos que puedan recolectar, puentes que puedan construir, obstáculos que puedan romper y enemigos que queramos enfrentar. Arriba de cada objetivo siempre veremos el número de pikmin necesarios para llevarlo a cabo.

Los pikmin son de distinta apariencia, colores y habilidades. En esta edición se suman los pikmin gélidos, que resisten el congelamiento y pueden convertir los charcos de agua en hielo; además de los pikmin luminosos, que pueden cegar al enemigo e iluminar caminos.

Podemos llevar un número limitado de pikmin, el cual va aumentando a medida que encontramos ajiflores. Sólo podemos contar con tres tipos de pikmin a la vez, así que tenemos que elegir bien dependiendo qué parte del nivel pensamos explorar (aunque siempre podemos volver a la base y cambiarlos).

El gran añadido en esta entrega, sin embargo, es Oatchi (u “Ochin” si lo jugamos en español). Este perro espacial de rescate está entrenado para atacar a criaturas hostiles, destruir obstáculos, transportar tesoros y lo más importante, permitir que nosotros y nuestros pikmin nos montemos en su lomo. Podemos además, controlarlo por separado, lo que es útil cuando debemos activar un interruptor que está del otro lado del escenario, o dejarlo cuidando la base mientras nosotros nos alejamos.

Dandori todo de sí

Además de explorar los niveles en su superficie, también vamos a encontrar accesos a cuevas subterráneas donde hallar nuevos tesoros, desafíos y criaturas más hostiles.

A todo esto hay que sumarle la presencia de un enemigo misterioso, un “frondante”, de apariencia humana pero con una frondosa barba de arbusto roja cubriéndole toda la cara. Este rival de identidad desconocida (¡uy, que difícil de deducir quién es!) nos reta, siempre que nos ve, a una Batalla Dandori, un término nuevo para la serie.

El concepto japonés detrás de Dandori es el de planear las cosas con anticipación y ejecutarlas de forma eficiente. Es un mantra que se mantiene a lo largo de toda la experiencia de juego, con la intención de que aprendamos a gestionar nuestros pikmin con eficacia. Puntualmente, las Batallas Dandori son enfrentamientos a pantalla partida, de modo similar a los modos de dos jugadores del Pikmin 3 Deluxe. El objetivo es sumar más puntos que el rival recolectando la mayor cantidad de tesoros en el tiempo dado. Hay bonificaciones temporales, podemos cruzarnos en el camino del rival, usar ítems que nos den ventaja y otros agregados que aumentan la diversión.

Fácil para vos que no te bajás de la nave.

All Night Long

Eso no es todo lo que nos ofrece Pikmin 4, ya que aún queda hablar de las Expediciones Nocturnas. Es un clásico de la saga que salgamos a explorar durante el día, y cuando caiga la noche, juntemos nuestros pikmin perdidos para que no sean comidos por las criaturas salvajes; y nos refugiemos en la nave hasta el día siguiente.

Sin embargo, la tecnología de los Rescue Corps nos permite atrevernos a explorar la noche, a través de estas expediciones especiales. No es una excursión típica, sino más bien un minijuego de esquema tower defense. La idea es proteger las luminomas, cuyo néctar permite crear la cura para los náufragos convertidos en frondantes. Las criaturas hostiles de siempre se vuelven aún más peligrosas en la oscuridad y sólo piensan en devorar las luminomas y a los pikmin luminosos que crecen en ellas. Acá la clave es juntar muchos pikmins lo más rápido posible, activar los señuelos y saber dividirnos las tareas con Ochin.

¡TODO tengo que hacer!

Ret-compost

Se puede afirmar que Pikmin 4 se trata de una suerte de reimaginación de los dos primeros Pikmin, dado que los eventos narrados se contradicen con los de ambos juegos que iniciaron la saga. Algo así como si transcurriera en una realidad alternativa (aunque ya hay múltiples teorías de los fans).

Incluso, en determinado punto, podemos jugar las desventuras previas de Olimar desde su punto de vista, lo que la convierte en una suerte de remake escondida de la primera entrega. En este modo, tenemos una cantidad de días limitados para encontrar todas las partes de nuestra nave, y sólo podemos usar pikmin amarillos, rojos y azules. Lo necesario para que se sienta vieja escuela.

“¿Qué número de Pikmin es este?”

Otro aspecto curioso es la cantidad de juego restante una vez que alcanzamos los créditos. Uno pensaría en la típica modalidad de regresarnos a un punto anterior de la partida que varios fichines utilizan para permitirnos alcanzar en el tiempo. En cambio, acá lo que sucede es que la historia continúa, abriéndonos paso tanto al modo de juego protagonizado por Olimar que mencionamos previamente, como a dos niveles completamente nuevos llenos de tesoros y desafíos, complejizando aún más la narrativa. En pocas palabras, hay al menos un cuarto de juego entero esperándonos detrás de la cortina (no vamos a entrar en detalles para no revelar demasiado).

Sí hay que reconocer que, con respecto a las anteriores entregas, merma en el aspecto de dificultad. Por el contrario, elige ser más accesible, brindando la posibilidad de rebobinar el tiempo a puntos anteriores si se nos ahogó medio contingente de pikmin sin querer o fueron devorados por un enemigo. Los controles son completos y configurables, pudiendo activarlos por movimiento, cambiar el eje de la cámara y otros detalles que nos permiten configurar más la experiencia a nuestros gustos y necesidades.

Panic at the Disco.

Un aspecto desaprovechado es su modo cooperativo para dos jugadores, el cual se siente como una simplificación de lo que vimos en Pikmin 3 Deluxe, donde podíamos jugar toda la historia acompañados de otra persona, a pantalla partida. Acá, en cambio, el segundo jugador sólo participa arrojando piedras a los enemigos que nos ataquen. Una lástima.
Sin embargo, contamos con la posibilidad de jugar batallas Dandori con otra persona en la misma consola, o bien, en equipo contra el juego.

No hay duda que Pikmin 4 es un gran punto de entrada para personas que quieran dar el primer salto a esta franquicia, con un mayor foco en la apertura hacia el público general. Los fans de toda la vida, quienes siguen al Capitán Olimar desde la Gamecube, pueden llegar a sentirse un poco decepcionados por la falta de desafío y la extraña reescritura de la historia de origen. Sin embargo, hay suficiente fidelidad gráfica y guiños tanto a las entregas anteriores como a otras sagas de Nintendo para compensarlo. La experiencia general es más que gratificante, y no hay duda que tener un perro gigante que nos lleve a nosotros y a los pikmin a todos lados es un gran agregado que suma todo un factor de diversión. [i]


DESARROLLADO POR: Nintendo EPD & Eighting
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: RTS, Plataformas
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: El Capitán Olimar y sus pikmin (no) aterrizan otra vez para una cuarta entrega que busca público nuevo, sin perder la esencia pero aumentando la duración y la accesibilidad.
LO BUENO: Muy buen apartado gráfico, gran cantidad de contenido incluso luego de alcanzar los créditos, diversión calma, personalización, repleto de referencias a entregas anteriores, la presencia de Ochin, los pikmin gélidos son geniales.
LO MALO: No es tan desafiante como previas iteraciones, el modo de dos jugadores está desaprovechado, las cinemáticas pueden ser repetitivas, el control de los pikmin durante un combate puede ser frustrante.

Este análisis de Pikmin 4 fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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