Cyberpunk, cyberpunk everywhere
Cazarrecompensas. La mayoría tienen una bajeza inherente que nos hace odiarlos. Pero, al mismo tiempo y de manera contradictoria, hay algo en su actividad laboral que nos atrae. Es probable que sea la adrenalina de cazar, en este caso peligrosos seres humanos. Criminales que se resisten en dejar atrás los años ochenta más que a las propias fuerzas de la ley y el orden. Ese es nuestro objetivo y la razón de ser de Huntdown.
Pese a contar con una gran ambientación, de movida les advertimos: no esperen mucho en el apartado narrativo. En este run ’n gun de scroll lateral — que nos recuerda a clásicos como “Contra” — la historia no es más que una excusa. Aun así, cabe destacar que diálogos están bien escritos, son ingeniosos y hasta divertidos.
Resumiendo, en Huntdown componemos un equipo de tres cazarrecompensas tratando de sobrevivir en un futuro gobernado por mega corporaciones. Para ello, hacen lo que mejor les sale, que es romper todo y dejar un daño colateral bestial en el camino, para eliminar a un solo tipejo. Poco ortodoxo, pero muy divertido.
Huntdown: volver al futuro
Tal como insinuamos en el título, la ambientación tiene una marcada tendencia Cyberpunk. Al mismo tiempo, los diseños y actitudes de los personajes están muy en la línea de clichés ochentosos. ¿Qué puede fallar con este exquisito licuado “afloja cañerías”? Muchas cosas, claro está, pero por suerte este no es el caso.
Al comienzo, podemos elegir controlar a uno de los tres protagonistas, uno más “enchulado” cibernéticamente que otro. Más allá de que tengan diferentes armas, diseño y habilidades especiales, no hay una marcada diferencia jugable entre ellos.
Aquí lo que importa es distinguimos muy bien un diseño de otro, potenciando así una experiencia que le da mucho sabor al juego: el cooperativo local. Realmente un placer jugarlo de esta manera, en extremo divertido y adictivo ¡Busquen un compañero de aventuras! ¡Prepárense para gritarle cada vez le dispare a barriles inflamables y ustedes se coman la explosión! Pero cuidado, Huntdown provoca severas pelas de pareja. Quedan advertidos.
Pixelame el implante cibernético
Mucho le suma a este videojuego su excelente estética pixel art, la cual no escatima en efectos que lo embellecen con cada explosión y cada bala disparada. Para redondear el producto, la música y los efectos de sonido están perfectamente hermanados con estética y ambientación. The Warriors, Mad Max, Robocop, Escape from New York y muchas otras resuenan en nuestras memorias mientras jugamos.
A pesar de que hace casi todo bien, eventualmente notamos cierta monotonía en la propuesta. Nuestra misión es sacar de circulación un puñado de bandas de criminales. Para ello, debemos pasar a valores a su jefe máximo. De esta forma, cada misión principal se compone de etapas, donde recorremos niveles (un poco cortos), para terminar peleando con un sub jefe. Una vez que todos estos lugartenientes pasan a ser fiambre, nos toca el recorrido que nos lleva hasta el jefe final. Pium pium, patada, katanazo y — una vez finiquitado— pasamos a la siguiente banda.
Para esta hazaña, disponemos de una gran variedad de movimientos y herramientas mortales. La oferta de armas es enorme, tanto granadas, como diferentes armas de fuego y cuerpo a cuerpo.
Sí, así como lo leen, entre tanto despelote de disparos, hay lugar para pegar espadazos. En cuanto a los movimientos, tenemos saltos, caídas, patadas, esquives y hasta distintas formas de tomar cobertura. Todos muy bien logrados, aunque algunas acciones podrían tener un control un poco más responsivo.
Adicionalmente, cada nivel ofrece coleccionables, ocultos en los escenarios o en posesión de un NPC que, apenas nos ve, sale echando humo y debemos perseguir antes de que escape.
Ahora bien, ¿toda esta variedad hace que doña Monotonía se quede en su casa, respetando la cuarentena?
Huntdown y la monotonía al acecho
Luego de eliminar la primer banda, la repetición del ciclo desgasta un poco las cosas. Y es aquí la responsabilidad comienza a caer cada vez más fuerte en lo que es probable sea la mayor virtud del juego: las peleas de jefes. Son tan buenas que se soportan sin problemas la tarea de convertir la propuesta en un gran juego.
Incluso nos animamos a decir que Huntdown podría pelear por un lugar entre los mejores videojuegos “boss fight only”. La variedad y diseño de estos enfrentamientos son tan geniales y divertidos que perdonamos los pasajes menos acertados que los anteceden.
Conclusión
Elijan la plataforma que quieran —en casi todas está a un precio más que apetecible— y por favor no se lo pierdan. Por supuesto, suma mucho el juego cooperativo, de manera que asegúrense que tienen disponible una víctima a la cual enfermar durante aproximadamente diez horitas. Un pequeño problema es que no tiene modo online, de manera que la cuarentena puede complicar un poco las cosas. Pero sean creativos para saltear el problema y piensen fuera de la caja: quizás sea hora de que la nona se juegue un fichín. [i]
DESARROLLADO POR: Easy Trigger
DISTRIBUIDO POR: Coffee Stain Studios
GÉNERO: Run ’n Gun
DISPONIBLE EN: PS4, Nintendo Switch, Xbox One, Windows, Linux, Mac OS
QUÉ ONDA: Un run ‘n gun con mucho sabor a clásico.
LO BUENO: Por lejos, las peleas de jefes. La ambientación. Mucho detalle en el pixel art. Diálogos graciosos y bien escritos. Excelente para jugar cooperativo.
LO MALO: El camino entre jefe y jefe se vuelve algo monótono. El control no es todo lo responsivo que quisiéramos.
Este análisis de Huntdown fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Secretario de Redacción de [IRROMPIBLES] y fundador de la Iglesia Savathûnista. ¿Tienen dos minutos para que les hable de Savathûn, que es el Camino y la Salvación? Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
- CALIFICACIÓN80%
Muy buen Analisis muchachos!
¡Muchas gracias!