Para Geoff que lo mira por TV
Parece mentira que hayan pasado casi 4 años —pandemia mediante— desde mi último review de un fichín de F1. En aquel momento Codemasters, que todavía no formaba parte de Electronic Arts, incorporaba algunas opciones que subsisten en este flamante F1 23, como la temporada completa de Fórmula 2 y la Superlicencia.
En aquella nota, a modo de introducción, hice un breve repaso de las 3 grandes sagas de F1 disponibles en PC. Para esta ocasión les propongo un enfoque diferente. En estas últimas semanas, antes de meterle mano a F1 23 y mientras lo disfrutaba, estuve pensando mucho en cómo y por qué terminé tan enganchado con la Fórmula 1. Ojo, no solamente con los videojuegos, sino también con las transmisiones de los grandes premios en vivo y en directo.
Una cosa conduce a la otra…
Así como la excelente serie documental Formula 1: Drive to Survive (Netflix, 2019) acercó a una gran masa de nuevo público —que quizá nunca antes había visto un fin de semana completo de la categoría—, mi primer contacto con el gran circo —NdE: ¿el Rodas?— fue a través de sus videojuegos.
World Circuit (MicroProse, 1992) apareció en el final de mi adolescencia. Me sorprendió por ser el primero en intentar recrear la sensación de una carrera completa, con circuitos aún hoy reconocibles en sus escasos polígonos. Tal es así que tres décadas más tarde, el proceso interno de descubrimiento y disfrute sigue intacto.
Primeros pasos
No importa si utilizamos el teclado, el gamepad o un volante. Lo que importa es la memorización y apropiación que hacemos de cada una de las pistas. Lo primero y principal consiste en dar varias vueltas lentas a modo de reconocimiento, sin salirse del asfalto. Las que hagan falta hasta poder anticipar si el próximo giro es hacia la derecha o hacia la izquierda y si es cerrado o abierto. A partir de ese punto, empezamos a acelerar un poco más y a buscar la mejor posición en la pista —el trazado ideal, que le llaman— para tomar las curvas lo más rápido posible. Y repito, da lo mismo si lo hacemos con un teclado o un volante. El desafío está en visualizar y predecir los movimientos a realizar.
Una vez que logramos girar manteniendo un ritmo constante, comenzamos a buscar el punto de frenado y la velocidad ideal en la que tomar las curvas. O sea, cuándo pisar el pedal del freno —o bien la tecla o botón asignado a tal fin— para no terminar en la leca, ni detenernos en seco antes de doblar.
Grandes desafíos
Es en este instante en el cual se produce la magia. Nos encontramos buscando información y viendo videos desde la cabina de pilotos reales, haciendo sus hot laps. Observando atentamente alguna referencia en el entorno —trasladable al fichín— que marque el comienzo de la frenada, además de en qué marcha toma la curva, para luego intentar replicarlo. Así pasamos del videojuego a la realidad en un ida y vuelta que se retroalimenta.
Entonces, nos damos cuenta de que con solo ver los tapes —NdE: ¿era necesario utilizar ese sinónimo para “videos” que solo personas mayores de 40 años entienden?— y copiar los movimientos no alcanza para igualar sus tiempos. Ahí es que nos adentramos en el universo de las configuraciones y la telemetría. Ajustar el ángulo de los alerones, dureza de la suspensión, altura del chasis, balance de frenos y un largo etcétera, consumen incontables horas, de las que no todo el mundo dispone. Por suerte, Codemasters lo entendió hace varios años y brinda herramientas que permiten descargar y compartir setups completos —utilizando Steam Workshop—. Además de acceder a los datos de telemetría desde el sitio web Racenet para las vueltas rápidas que hayamos realizado sin recibir penalizaciones.
As seen on TV
Y claro, una vez que levantamos la vista de la compu y la dirigimos hacia la tele, empezamos a entender. Lo que antes nos parecía un embole: ver pasar 20 coches durante 50 o más vueltas por casi dos horas, ahora cobra sentido. Porque en nuestras cabezas tenemos grabadas a fuego cada una de las maniobras que hay que realizar para mantener el monoplaza en su lugar. Sabemos exactamente cuándo acelerar y con qué intensidad, para no derrapar. O cómo hay que tomar una chicana —incluso haciendo el movimiento correspondiente con la cabeza y el torso—. Tampoco dejamos de asombrarnos con ciertos rebases, porque entendemos de primera mano su dificultad y riesgo.
Pero el momento más esperado es cuando Fernando Tornello dice: “hagamos silencio para escuchar el motor”, cada vez que la cámara se introduce en la intimidad del habitáculo del F1 y nuestra frecuencia cardíaca alcanza las 150 pulsaciones por minuto.
F1 23
La decimocuarta entrega de Codemasters encuentra al rey del deporte motor en su mejor forma. Tal vez las carreras no sean las más vistosas, siempre con el Red Bull de Max Verstappen al frente —por varios cuerpos—. Sin embargo, desde que la empresa estadounidense Liberty Media tomó las riendas —NdE: en este caso, ¿no sería el volante?—, la audiencia crece año a año, así como las fechas del calendario —23 en total— que ya incluye 3 grandes premios en su terruño o 5 en su subcontinente, si sumamos a México y Canadá.
La gran novedad de esta temporada es la incorporación del circuito callejero de Las Vegas. Por lo tanto, F1 23 es la oportunidad de ver y sentir este nuevo trazado ultrarrápido con 5 meses de antelación. No obstante, después de dar varios giros, puedo anticiparles que no es de los más divertidos que probé. Consta tan solo una serie de 3 larguísimas y velocísimas rectas que terminan en virajes muy cerrados… y no mucho más.
La nueva organización de F1 23
Este año vuelve el modo historia, con la segunda temporada de Braking Point —la primera forma parte de F1 2021 (Codemasters, 2021)—. Como si de una serie se tratara, intercala cinemáticas animadas con momentos de conducción.
Otro añadido es la sección F1 World, que contiene diversos eventos individuales y multijugador en línea competitivos, con objetos desbloqueables que incluyen hasta figus para un álbum.
El modo Carrera Profesional —quizá la mejor y más completa simulación de campeonato de cualquier tipo que exista—, dice presente una vez más, con una abrumadora cantidad de opciones, que van desde sólo correr a gestionar el equipo completo. Al punto que ahora incorpora banderas rojas —que indican la detención del entrenamiento o carrera por cuestiones meteorológicas o por accidente— y la posibilidad de correr el 35% de la distancia total.
Mejores físicas y control en F1 23
Un punto de quiebre con respecto a F1 22 (Codemasters, 2022), es sin dudas, el control del auto. Lo primero que noté al poner las manos sobre el volante —o los pulgares sobre el gamepad— es que el agarre es superior en todo sentido a sus predecesores. Incluso se percibe que los pianitos nos sostienen —en lugar de patinar como hacían antes—. Es una sensación extraña al principio, pero que nos permite tomar mayor confianza al atacar las curvas.
Tal es así que un amigo que estaba probando F1 23 en casa, me preguntó si no tenía habilitado el control de tracción, porque se había percatado de que nunca había derrapado. Así que para su tranquilidad, le mostré que no soy de los que piden ayuda.
Baja visibilidad en F1 23
Un problema que reporta la mayoría de los pilotos es que el nuevo diseño de los monoplazas introducidos en 2022, con ruedas delanteras de mayor diámetro y una posición de manejo muy baja, les impide ver con claridad los vértices de las curvas.
F1 23 no es ajeno a esta realidad, sin embargo, se puede personalizar la cámara del cockpit que viene por defecto. Desplazando verticalmente hacia arriba el punto desde el que observamos y ampliando el campo visual, obtenemos una perspectiva mucho más ventajosa.
Y para ir cerrando —que ya no creo que quede nadie leyendo esta última línea—, como vengo repitiendo desde hace 14 años: ¡Estamos ante el más hermoso y completo fichín de F1 del mercado! [i]
DESARROLLADO POR: Codemasters
DISTRIBUIDO POR: Electronic Arts
GÉNERO: Conducción
DISPONIBLE EN: Windows, PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series, Xbox One
QUÉ ONDA: Codemasters logra mantener bien en alto su prestigio como desarrollador de simuladores de autos con una nueva entrega de F1 23 con contenido para todos los gustos.
LO BUENO: Notable mejora en las físicas de conducción. Vuelve Braking Point con su segunda temporada. Sorprende escuchar la voz de Juan Fossaroli en los relatos en español latinoamericano.
LO MALO: Noté algún que otro salto de rendimiento, aunque corre fluido el 99% del tiempo.
Este análisis fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.
Fernando Coun, alias Shinjikum, es un viejo prócer del fichín que comenzó a colaborar con el equipo original de [i] allá por los tiempos de la gloriosa XTREME PC (en el siglo pasado). Es un gran fan de los juegos de carreras y las aventuras gráficas, y actualmente está traduciendo Sandokan de Emilio Salgari, por el placer nomás.
- CALIFICACIÓN91%
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