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Xbox Series X [REVIEW]

El día después

Llegó el momento. La nueva generación de color verde también está entre nosotros: Xbox Series X. El nombre es casi un trabalenguas pero, según los números, es la consola más potente del mercado. ¿Será esta la generación de Microsoft? ¿Cuánto espacio tiene? ¿Se puede expandir? ¿Como es el control nuevo? ¿Hace ruido? ¿Qué gusto tiene la sal? Eso hay que preguntárselo a Google o Carlitos Balá, el resto lo lees acá.

En tu cara “Odisea del espacio

El sólo sacar Xbox Series X de la caja es una sorpresa. Está presentada como si fuera un hermoso regalo gamer, y de hecho lo es. Series X tiene algunas cosas que la convierten en una GRAN ELECCIÓN para los tiempos ajustados que corren. Pero ya vamos a llegar a ese punto. 

Para comenzar, hablemos de este sencillo y atinado diseño, que la convierte en un objeto que puede estar en cualquier living. Este cubo negro mate parece salido de la mismísima mente de Stanley Kubrick, director de “2001: Odisea del Espacio”.

Diseccionando el monolito

Y es que este monolito es un monumento al gaming, que esconde en su interior un CPU de 8 núcleos @ 3.8 GHz (3.66 GHz w/SMT), con una arquitectura Zen 2 a medida. Además cuenta con un GPU de 12 TFLOPS, 52 CUs @1.825 GHz, con una arquitectura RDNA 2 también a medida. 

Por si fuera poco, está respaldado por 16GB GDDR6 con un bus de 320 bits y un disco SSD NVME de 1 TB. Esto quizás es demasiado técnico y, lo que en realidad queremos saber, es ¿se nota todo este hermoso relleno?.

La respuesta es un “sí” rotundo. Esta consola entrega sin pestañear 4K y es capaz de trabajar a 8K (si tuviéramos donde probarla, claro). Promete llegar a los 120 FPS sin problemas y entregar la mejor experiencia gamer en una discreta caja negra de 15 cm de lado por 30 cm de alto. Y la mejor parte es que —para quienes disfrutan de tener todo en el mismo lugar y usan el monitor para la consola— Xbox Series X soporta resoluciones de 2K (¡gracias Microsoft!).

Xbox Series X es una consola que busca integrarse y casi pasar desapercibida. No quiere llamar la atención, solo entregar poder. Está naturalmente diseñada para estar en posición vertical, con la rejilla de ventilación expulsando el calor hacia arriba. Pero si no hay espacio suficiente, puede ponerse sin problemas en posición horizontal sin afectar en lo más mínimo su capacidad o rendimiento. Así, se camufla como un subwoofer o un home theater ante la mirada del inexperto. ¿Hace ruido? NO, pero eso necesita un párrafo aparte.

El Párrafo aparte del “no ruido”

Uno de los puntos discutibles es siempre la temperatura. Estos dispositivos que nacieron para ser castigados por largas sesiones de gaming. El gran desafío era mantenerlas refrigeradas y sin exigir los coolers, que es lo que finalmente las convierte en aspiradoras de escritorio. 

Para esto Xbox Series X reinventa el sistema de circulación de aire. El motherboard está dividido en dos y entre ambos hay un disipador de calor. Algo así como un “sanguchito de Mother”. En la mitad que tiene el procesador hay una “cámara de vapor” y sobre ellos un potente cooler. Éste extrae el aire caliente y lo ventila hacia arriba. Sólo se activa cuando es necesario y —al menos por ahora— es prácticamente imperceptible. Eso sí, tira un lindo aire caliente… no te decimos que pueden cocinar un huevo, pero si secarse el pelo.

¿Qué hay de jugar en el menú?

El sistema operativo no sufrió alteraciones. Si son usuarios de Xbox, la interfaz y el funcionamiento es exactamente el mismo. Es como mudar sus cosas a un departamento más grande o más nuevo. Siguen siendo sus cosas. Todo está en el mismo lugar y no pierden tiempo en encontrarlas.

Lo cierto es que ahora todo es mucho más rápido, saltar de un juego a otro es cuestión de segundos si soporta el sistema Quick Resume.

Pero la pregunta del millón es, una vez fuera de la caja, ¿a qué se puede jugar? La intención de Microsoft fue lanzar Xbox Series X con algún tanque de sus estudios como apoyo. Pero no fue posible. En lugar de esto, muchos títulos existentes fueron optimizados para Series X. Además, algo para nada menor, la retrocompatibilidad es bestial. Es decir, pueden jugar (casi casi) a cualquiera de los títulos que ya poseen, sean de Xbox One, Xbox 360 o Xbox.

Si tienen dudas y quieren chequear qué juegos poseen retrocompatibilidad, pueden chequear el listado oficial de Xbox: TIKI

Game Pass del amor

Si no tienen tantos títulos, no se preocupen: Game Pass les salva la vida. Este es el arma definitiva de Microsoft para los tiempos de malaria que corren. Por unos mangos tienen acceso a una biblioteca de más de 100 juegos para descargar y disfrutar mientras la membresía está activa. 

Sin duda, para nuestros golpeados bolsillos esto es un factor determinante. Picotear esta abultada carta de Game Pass se hace todavía más sabroso si tienen la versión Ultimate del servicio. Esto agrega además una batería de juegos de EA Play que convierte a este sistema en algo maravilloso. Y si sumamos el tener un Store con precios regionalizados y ajustados a nuestros cascoteados bolsillos, la oferta es irresistible.

Este TB es demasiado pequeño para todos

El espacio es otro de los temas de discusión. Empiezan a meter, a meter, y el disco se llena en un suspiro. Pero acá tenemos dos grandes ventajas.

El disco nos deja libres 802 GB para llenar de alegrías. Parece mucho pero en cuanto se descuidan está lleno, y si no pueden desinstalar ninguno, están en problemas. Pero tranquilos, porque ya tienen la solución desde el día uno. 

Seagate ya tiene tarjetas de expansión de 1TB. En una ranura de expansión en la parte trasera se conecta esta tarjeta y funciona como un “pen drive gigante”, pero con la capacidad y velocidad de transferencia del disco interno.

Al instalar la tarjeta se formatea rápidamente y la consola pasa a tener 2 TB. En el sistema figura como un segundo disco de almacenamiento, e incluso pueden moverse cosas de uno al otro, pero la performance de estas tarjetas es exactamente igual al disco interno. El problema es el precio… pero dicen que la felicidad no tiene precio.

¿Qué probamos?

Sea of Thieves:

Volvimos a surcar los mares en esta vieja aventura de Rare. Subirnos a un galeón para recorrer los mares en busca de tesoros, era una oferta que no podíamos rechazar. Los simpáticos y caricaturescos personajes no parecen tener cambios en esta versión. Pero el juego cambia por completo al tener la posibilidad de vivir nuestra aventura a 60 fps estables. A Xbox Series X le sobra nafta para recorrer los mares más lindos de la historia de los videojuegos. Si quieren saber más pueden ver la review completa acá (Tiki). 

Dirt 5:

No hay nada más lindo que subirse a un auto y correr. Los paisajes son increíbles en cualquiera de los circuitos, pero verlos con detalle, es un pasaporte al choque, último puesto y taller mecánico. El cielo, la nieve, el barro y los reflejos en el agua son una sorpresa visual constante. La conducción es fluida, detallada y la sensación de vibración en el control es increíble. Meterse en un circuito embarrado, se convierte en un masajeador instantáneo para los pulgares. Una placentera y estresante pasada por Dirt 5 es casi necesaria para los nuevos usuarios.

Forza Horizon 4:

El clásico inmortal de Playground y Microsoft Studios. De esos juegos donde manejar es un placer. Forza Horizon 4 tiene su paso por Xbox Series X y el resultado es maravilloso. Rejuvenece este capítulo de la saga que ya lleva 2 años entre nosotros. Los interminables tiempos de carga se convirtieron en segundos, los paisajes son más detallados y la luz y los reflejos mejoraron notablemente. Pueden leer un poco más acá (Tiki).

Watch Dogs Legion:

Volvemos a seguir las travesuras de DeadSec en esta tercera entrega de la franquicia de Ubisoft. Después de una primera parte interesante y un segundo episodio muy discutible, nos vamos al Reino Unido. En el arranque —al mejor estilo James Bond— nos colamos en una instalación para intentar frustrar los planes terroristas de la diabólica organización de turno.

El juego corre suave y con todos los detalles dignos de una poderosa PC. Pero estamos seguros de que lo mejor está por venir con los próximos juegos que aprovechen al máximo el hard de la consola. Si quieren ver la review completa pueden hacerlo acá (Tiki).

Assasin’s Creed Valhalla:

Nos ponemos las botas vikingas para recorrer Inglaterra como Eivor. En aquel entonces, incursionaron en tierras inglesas tratando de hacerse de tierras y recursos para establecer una colonia y poder trabajar la tierra. Nos cruzamos con todos los míticos personajes de la serie de Vikingos en un detalladisimo mundo creado por Ubisoft.

Al igual que Watch Dogs, se ve claramente que a Xbox Series X le sobra músculo para correr lo que sea y que ninguno de estos juegos es capaz de generarle estrés. Pueden leer la review completa acá (Tiki).

Cyberpunk 2077:

Este es el único título que podría hacer transpirar a la consola. La versión que está disponible en el lanzamiento es “teóricamente” de Xbox One, pero acaba de recibir un parche de 15 GB. Se ve muy bien y se ve fluido, pero quizás no tiene todo el nivel de detalle que podría tener, porque no es la versión optimizada para la consola (todavía no hay una fecha clara para este upgrade). Una vez más nos está sobrando musculatura y habrá que esperar a la versión optimizada para Series X antes de juzgar.

 

¿Y el control nuevo?

En esencia es muy similar al anterior, pero con algunos detallecitos que lo definen. El diseño es negro mate por completo y tiene un grip para mejorar el agarre en los gatillos y en las palmas. El sistema de vibración se siente más fuerte en especial en los triggers, y agregaron un botón para compartir contenido (la gran deuda pendiente).

Pero lo que más se nota a simple vista es el cambio en el D-Pad que ahora es un círculo completo. Parece una pavada, pero a quienes les gusta usarlo, es un cambio radical.

El control ahora tiene conexión USB Type C, pero sigue usando como siempre, dos baterías AA. Quizás era tiempo de incorporar una batería interna, pero tampoco está mal si compramos pilas recargables. Si las pilas no sirven más, siempre son más fáciles de reemplazar (NdE: y más barato) que una batería interna.

¿Y entonces qué hacemos?

Si tienen una Xbox de generación pasada, no lo duden: conservan toda su biblioteca hasta el momento, tienen mucho más poder y Game Pass es amor.
Si nunca tuvieron consola, es un gran momento para tenerla. Con sólo sacarla de la caja, Game Pass es el pasaporte para tener una linda cantidad de títulos para jugar sin gastar mucho más hasta que se recuperen de la inversión de la consola.

Si tienen Play o Switch, y no una PC, es una muy buena idea tener ambas consolas para poder jugar todos los exclusivos, con el gran beneficio de una tienda digital con precios locales y accesibles.

La consola es simple por fuera, pero el poder interior es bestial. Como objeto es maravillosa, pasa desapercibida fundiéndose en cualquier living y NO HACE RUIDO. El SSD es grande y si se quedan cortos ya están disponibles las expansiones de Seagate para duplicar el espacio hoy mismo.

Xbox Series X es un fierro y no tiene puntos flojos, si le tienen ganas no lo duden ni por un seguro. Es un pasaporte directo a la diversión en un momento en el que necesitamos más que nunca ser felices dentro de casa. [i]

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