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Need for Speed Heat [REVIEW]

Frío, frío, frío…

Need for Speed Heat es el cuarto fichín al hilo de la sueca Ghost Games —propiedad de EA—, responsable de las últimas entregas de esta legendaria saga que ya lleva un cuarto de siglo entre nosotros. Una mezcla de mundo abierto, carreras legales e ilegales, persecuciones y una historia de corrupción policial son los ingredientes principales. ¿Alcanzarán?

Nada nuevo bajo el sol y la luna

Si tenemos en cuenta el review de Moki sobre Need for Speed Payback (Electronic Arts, 2017) publicado en este mismo sitio [TIKI], no vamos a encontrar grandes diferencias. Lamentablemente Need for Speed Heat se queda a mitad de camino en la mayoría de sus propuestas.

Llegamos a Palm City para participar en la exhibición Speedhunter Showdown, aunque sin vehículo con el que alardear. Digamos que es como presentarse para correr un maratón sin siquiera contar con un par de zapatillas —a menos que nos llamemos Abebe Bikila, claro—.

Viendo la tele local, nos enteramos de los esfuerzos que está haciendo la policía por controlar las carreras clandestinas. ¿Y a nosotros qué? Si vinimos por un evento legal, organizado en la ciudad. La motivación que nos lleva a involucrarnos con la hermana del dueño del taller que nos vende nuestro primer auto no queda del todo clara. ¿Sed de justicia? ¿Calentura pasajera? ¿True love? ¿O no tener nada mejor que hacer?

Con unas cinemáticas dignas del mejor cine clase B —que no ayudan a empatizar con los personajes—, Need for Speed Heat nos cuenta sobre la verdadera motivación que mueve a la yuta: hacerse con nuestras ganancias —obtenidas de manera ilegal— y coches para revenderlos.

Las comparaciones pueden ser odiosas… para Need for Speed Heat

Ghost Games se encarga de arruinar todo lo que The Crew (Ubisoft, 2014) hacía bien al meternos de lleno en su historia principal —revisado en el número 23 de nuestra revista [IRROMPIBLES]—. Cinemáticas bien logradas y un argumento que no nos dejaba margen para esquivar el bulto: descubrir al verdadero asesino de nuestro hermano, por el que fuimos acusados y encarcelados. ¡Chapeau!

En cuanto al mundo abierto de Need for Speed Heat, Palm City resulta por demás atractiva. Posee todos los ingredientes que nos gustan: Colinas con muchas curvas, zonas costeras para off-road, urbanizaciones con trazados de calles y avenidas irregulares, fábricas, puertos y un largo etc.

En este punto nos recuerda mucho al reciente Forza Horizon 4 (Microsoft, 2018) —pueden leer el review acá nomás, en el siguiente link: [TIKI]—, aunque para nuestro gusto, Need for Speed Heat, queda mejor parado en cuanto a diversidad. Eso sí, ninguno puede compararse con la vastedad de The Crew 2 (Ubisoft, 2018) —adivinen… también lo analizamos: [TIKI]— donde no contentos con una región, recorremos una nación entera: Estados Unidos de Norteamérica.

Los eventos pueden ser simples carreras a través de checkpoints en circuito cerrado o de punto a punto —por asfalto o fuera del mismo— y competencias de drift. Entre cada uno, como para matar el tiempo y ganar reputación y dinero, podemos realizar diferentes acciones como destruir carteles, saltar rampas, sobrepasar límites de velocidad, etc. Y ya dentro de la historia, encontramos algunas secuencias de persecución y destrucción.

Ring raje nocturno

Need for Speed Heat cuenta con un ciclo día-noche. Sin embargo, no hay puesta de sol ni amanereces en Palm City. Una lástima. Antes de salir del garaje debemos optar por Helios o Selene, teniendo en cuenta lo que buscamos. La guita se junta al brillo del sol y la reputación se gana escapando a los patrulleros del turno noche.

Teniendo en cuenta que la historia requiere determinados niveles de reputación, no nos queda otra que salir después del ocaso a disputar palmo a palmo —de ahí el nombre de la ciudad— el control de las calles. Pero ojo, porque si somos arrestados, perdemos gran parte de lo recaudado —reputación y dinero—. Así que mejor correr y salir pitando para el garaje sin dejar rastros.

Acá el comportamiento policial llama bastante la atención. Durante el día, casi que no se ven patrulleros, y cuando se dignan a aparecer, para que nos persigan tenemos que golpearlos de lleno —intencional o accidentalmente, ups—. En cambio, cuando sale la luna [NdE: ¡Aparece el bravo Zorro! ¡Zorrooo!], parecen verdaderos hombres lobo a la caza de carne joven y fresca. Con solo vernos, por más que estemos parados al costado del camino, tomando una malteada o vapeando frutillitas mentoladas, se nos lanzan desbocados. Si no conseguimos perderlos enseguida, aumentan el nivel de persecución —y reputación a ganar— hasta convertirse en una verdadera jauría.

En el taller de Need for Speed Heat

Después de tanto preámbulo, llegamos por fin, al punto más importante: los vehículos. Need for Speed Heat cuenta con 127, entre autos y camionetas, nuevos y clásicos. Audi, BMW, Chevrolet, Ferrari, Ford, Honda, Lamborghini, Mercedes, Nissan y Porsche son algunas de las principales marcas. Este número no le llega a los talones a Forza Horizon 4, por ejemplo, que incluye más de 450.

En cuanto a las opciones de personalización, se lleva todos los laureles. Dejando de lado las infames loot boxes, podemos comprar diversos repuestos que mejoran el rendimiento del auto, así como accesorios y autopartes para cambiar completamente su apariencia, dejándolo completamente irreconocible.

Por el lado del manejo, Need for Speed Heat es un arcade de pura cepa. No esperen realismo, ni una cámara interior. Todo consiste en apretar el trigger derecho —acelerador— a fondo, activar el nitro —botón A— y derrapar soltando un poco el trigger mencionado y volviéndolo a apretar, o tocando levemente el botón X, —freno de mano—.

Multijugador

Al iniciar el juego elegimos estar o no en línea. La diferencia es que, al estar conectados, vemos recorriendo las calles de la ciudad a los otros jugadores que están en el mismo servidor. Podemos interactuar e incluso colisionar y antes de comenzar un evento, nos da la opción de esperar a que se unan al mismo. Ojo durante la noche, no sea que por aguardar, nos agarre la cana.

Estos modos de juego también están presentes en The Crew, The Crew 2 y Forza Horizon 4, aunque en todos los casos, los coches que vemos al recorrer el mundo son meros fantasmas sin sustancia. ¡Punto para Need for Speed Heat!

En resumen, Ghost Games toma elementos de varios fichines del género —con mejores o peores resultados— y los combina con una mecánica de persecuciones propia de la saga de NfS para entregar un producto bastante pulido, pero no exento de irregularidades. [i]


DESARROLLADO POR: Ghost Games
DISTRIBUIDO POR: Electronic Arts
GÉNERO: Carreras en mundo abierto
DISPONIBLE EN: Windows, PlayStation 4, Xbox One

QUÉ ONDA: Otro NfS con mundo abierto, persecuciones y un intento —a medias— de contar una buena historia.
LO BUENO: El diseño de Palm City. Los efectos de luces nocturnas y los reflejos de la lluvia. La intensidad de las persecuciones. La banda sonora.
LO MALO: Manejo demasiado simple. Gráficos de cinemáticas de baja calidad. Argumento algo flojo de papeles.

Este análisis fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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